“De forma recurrente se incurre en la literatura de fabricantes, importadores y proveedores en errores conceptuales en el uso y manejo de la Eficacia; y el más común: la identificación o equivalencia entre la Eficacia de una luminaria o módulo con la Eficacia del propio diodo”. inmediato colegir que ya desde el origen, el dato de la Eficacia calcu- lada por el fabricante no tiene que ver con las condiciones reales de funcionamiento; encontrando aquí la primera fuente de divergencia de valores sobre un mismo parámetro: la Eficacia. En condiciones reales de funcionamiento se producen Incre- mentos de corriente (corriente real, no pulsada) y variaciones entre temperatura de ensayo y de opera- ción reducen la eficacia del diodo. • Adicionalmente, el uso de ópti- cas secundarias y cristales reducen el flujo luminoso, con lo que te- nemos otra fuente de divergencia entre dichos valores de Eficacia (la del fabricante del diodo y la eficacia anunciada por el proveedor de solu- ciones de iluminación). De esta manera, y si entendemos ahora cómo existen efectos com- binados que determinan una dife- rencia obligatoria entre los valores de Eficacia del diodo y del módulo/ luminaria ¿cómo es posible que sigamos encontrando literatura comercial en la cual una luminaria o módulo den el mismo flujo que un LED en laboratorio? Por abundar en explicaciones técnicas que justifican estas diver- gencias combinadas, nos gustaría poder acercar la lupa al origen de las mismas: • Si consideramos una luminaria con un LED de muy altas prestacio- nes (por ejemplo, el de uso habi- tual, sin tener que ir a LEDs muy especiales) con una alimentación a 600mA y unas pérdidas mínimas en la configuración del producto final, entonces y según el siguiente esquema encontramos unas pérdi- das mínimas que son de obligada aplicación, que vienen a justificar la obligada divergencia entre Eficacia de Diodo y de Luminaria o Módulo: Este análisis es irrefutable desde cualquier punto de vista: técni- co, de diseño, comercial e incluso académico. Entendiendo que el conocimiento está al alcance de cualquier técnico especializado, aún así es extraordinariamente frecuen- te encontrar en literatura técnica y técnica-comercial, errores del tipo: - Poner directamente la eficacia del diodo en los datos de la luminaria. - Indicar el valor de flujo luminoso multiplicando directamente la po- tencia por la eficacia del diodo. - No incluir las pérdidas de ópticas secundarias o cristales. - No incluir las pérdidas del driver. Indicar datos obtenidos a tempera- turas de color de 5000K ó 6000K: más flujo, pero más riesgo fotobio- lógico - Indicar datos de ensayos realiza- dos con LED más eficientes de los que se usarán en la realidad - Asteriscos, letra pequeña al pie... Y así un sinfín de de inexactitudes que conducen a crear confusión en el mercado. Por tanto, el consumidor final del producto debe exigir una serie de pruebas que determinen inequívo- camente la realidad de los dispo- sitivos, teniendo siempre presente que la iluminación está íntimamente ligada a la seguridad. Esta informa- ción adicional para contrastar la ve- racidad de lo indicado en las fichas técnicas deberías ser, al menos: Ensayos fotométricos en Laborato- rio Independiente, si es posible con certificado ENAC, que determinen como resultados principales: Flu- jo Luminoso, Potencia consumida total (incluido driver) y Eficacia del sistema. Además se obtendrán tam- bién los flujos zonales (hemisferio superior e inferior), las representa- A FONDO|61