A FONDO|65 Intensidad Un día de pleno verano se pueden llegar a medir 120.000 lux en el suelo, mien- tras que un día de invierno se puede rondar los 20.000 lux. La diferencia es importante, pero al ojo le costaría distinguirlo. En cambio, donde el ojo sí percibe diferencias importantes es a bajos niveles de iluminación, donde pequeñas variaciones se aprecian en lo que a percepción visual se refiere. Direccionalidad La direccionalidad de la luz es otra de sus características. En un día despeja- do, el sol actúa como un punto de luz, ocasionando que las sombras queden muy bien definidas. Por el contrario, en un día nublado la luz es más difusa, las sombras desaparecen. Una vez vistas las características de la luz natural, podemos hacernos una idea de cómo va variando la luz no única- mente a lo largo del día, sino a lo largo de todo el año. La luz artificial Pensemos ahora en el tiempo que pasamos en nuestro trabajo (oficinas, talleres, comercios, etc.) o en las aulas donde estudiamos. Muchas de las edi- ficaciones en las que pasamos muchas horas del día disponen de lucernarios y ventanas que permiten la aportación de luz natural. Pero debido a que las ven- tanas no disponen de ningún sistema de protección del deslumbramiento, de que en algunos casos los puestos de trabajo están mal ubicados y orientados, la so- lución que suele darse es la de apan- tallar las ventanas, de forma que se evite la aportación de luz natural. Bien es cierto que no pasa en todos sitios, pero sí con frecuencia, la solución más fácil es la de bajar la persiana o correr la cortina, de forma que se reduzca el deslumbramiento provocado por la luz exterior. Esto conlleva una consecuencia im- portante: durante todo el periodo de tiempo que pasamos en esos espacios, con la aportación de luz natural limita- da, estamos sometidos a unas condi- ciones de iluminación constantes: El mismo nivel de iluminación, la misma tonalidad de luz, unido a la direcciona- lidad e intensidad. Nuestro organismo no está habituado a esas condiciones, nuestro organismo está acostumbrado a la luz exterior, a la luz del sol, con todo su ciclo de funcionamiento, tal y como se ha mencionado anteriormente. Iluminación de espacios interiores Actualmente, por temas de eficiencia energética, el CTE obliga a contemplar la luz natural a la hora de dimensionar la instalación de iluminación. Tenga- mos en cuenta que la luz natural puede llegar a representar hasta un 30% de la iluminación necesaria. Pero para poder aprovecharla en su totalidad es necesario que se disponga de sistemas de aprovechamiento, que redirijan la luz de ventanas y lucernarios de forma que se garantice el confort visual de los ocupantes del espacio. Regulación del flujo luminoso Cuando se decide emplear la luz natu- ral como aportación de luz a la ilumi- nación de un espacio, debe disponerse de los elementos de captación, medida y control para ajustar la iluminación artificial al nivel adecuado, de tal forma que ambas componentes (natural y artificial) completen las necesidades Oficinas centrales iGuzzini Ibérica. MIAS Architects