¿Cómo definiría la luz? La luz es un elemento fun- damental de la vida sobre la Tierra. Como el oxígeno, nos rodea y es solamente cuando falta que nos damos cuenta hasta que punto nos es vital. La luz es inmaterial, pero en gran parte es gracias a ella que percibimos nuestro entorno material. Lo que se hace con la luz como diseñador de iluminación es poca cosa en com- paración con el poder de la luz, pero a pesar de todo, es importante y hay que hacerlo bien. ¿Cuál es la relación ideal entre ilu- minación y arquitectura? En la primera cuestión usted habla de “luz”, y ahora usted habla de “ilumi- nación”. Estoy más interesada en la relación entre la “luz” y “ la arquitectu- ra”, que en la relación entre la “ilumi- nación” y la “arquitectura”. Un proyecto de arquitectura donde la luz ha sido descuidada es un proyecto que sufre. Y con esto mi refiero tanto a la luz solar, llamada “natural”, como a la luz deno- minada “artificial”, aunque todos los fo- tones sean naturales. Aun siendo la luz parte de parámetros de confort (como la térmica o la acústica) es gracias a ella que vemos el espacio. Pienso que la reflexión sobre la luz debe ser integrada cuanto antes en la concepción de un proyecto. Como diseñadores de ilumi- nación somos a menudo llamados, por desgracia, como a los bomberos, con urgencia y muy tarde. Como los bombe- ros, acudimos y respondemos, pero es una lástima el no haber estado allí con antelación. ¿Qué características debe reunir un buen proyecto de iluminación? Si hubiera que resumir esto en una pa- labra, yo diría “adecuación”: adecuación al sitio, a sus usuarios, a sus funciones, a su historia, al presupuesto, etc ... Sin embargo, cuando hablo de adecuación, pienso en algo no cuantificable. Para mí, hacer un proyecto de iluminación es res- ponder a las funciones visuales dentro de un espacio con ciertas intenciones, un cierto espíritu: poner los luxes soli- citados dónde son pedidos y solamente esto jamás produjo un “buen” proyecto de iluminación. Es aquí, dónde la pala- bra “diseño” de “ diseño de iluminación” cobra todo su sentido. De todos los proyectos de ilumina- ción que ha realizado, ¿cuál ha sido el más complicado y por qué? La complejidad de un proyecto puede venir de dos cosas: del tema mismo o del management. Por management me refiero a todo lo que interviene en un proyecto, pero sin tener una relación directa con la luz: cuanto más impor- tante son el cliente o el tema, más compleja es su gestión. Como diseñador de iluminación es un aspecto esencial que hay que integrar para el éxito de un proyecto, pero para mí es más una obligación que un reto. La complejidad que me estimula es la del tema mismo, la del sitio o del edificio a iluminar. Si hablamos de esta complejidad, creo que PROTAGONISTA|45 el proyecto de iluminación del castillo de Puilaurens es un notable ejemplo. Es un lugar magnífico, poco accesible en lo alto de un pico rocoso donde queríamos preservar la magia del sitio, procuran- do que los dispositivos de iluminación permaneciesen imperceptibles. Hace unos meses, en Barcelona nos explicó que menos es más también en diseño de iluminación, ¿por qué? Si busco un hilo conductor, que guíe mi enfoque como diseñadora de ilumi- nación, pienso que se trata de un fin paradójico de dar la impresión de que la luz, denominada como “artificial” es “natural”, “evidente”. En iluminación interior, para mí esto quiere decir que lo FOUNDACION VINCENT VAN GOGH, ARLES Año: 2014 /Arquitecto Fluor Architecture Fotógrafo: Hervé Hote / © Hervé Hote & FVVG Arles