Este viaje, de momento, ha dado como fruto: una tesis doctoral, un libro “Luces y sombras. Mu- seos Contemporáneos Españoles”2, varios artículos3 y por último una serie de fotografías, también montadas en una proyec- ción de vídeo, titulada “Luces y sombras. Dibujos con luz” donde se recoge la esencia de todo lo apren- dido hasta ahora. Luces y sombras. Museos Españoles Contemporáneos Como arquitecto fascinada por la luz comienzo esta aventura. El viaje se inicia con el estudio de la luz en el museo por considerar que para un arquitecto construir un museo con luz natural es uno de los mayo- res retos a los que se puede en- frentar. Con el pensamiento de que quien pueda trabajar con luz en el interior de un museo con éxito, po- drá hacerlo en cualquier edificio. Para ello realizo una selección de doce museos4, en los que la luz na- tural juega un papel fundamental; forma parte de ellos. Son edificios conocidos por todos, los grandes museos que se construyeron en España a principios del período con- temporáneo, en los años ochenta y noventa. Los visito y habito durante unos días en los que me empapo de ellos, los dibujo, los fotografío, los siento y recojo las impresiones personales de mi visita en una serie de textos titulados “Percibiendo la luz....”. Algunas son historias tristes de edificios maravillosos que salen a la luz con la intención de resolver los desajustes de luces y sombras existentes. Observo que la escena que se re- produce en estos museos se ha ido repitiendo a lo largo de la historia en diferentes escenarios, es enton- ces cuando me pongo mi primer traje de este viaje, el de historiador y me sumerjo en la historia para conocer el origen de la actividad coleccionista del hombre y estudiar su evolución hasta nuestros días. Estas escenas surgen como con- secuencia de un pensamiento. La evolución a lo largo de la historia de la arquitectura se basa no sólo en avances en la manera de construir, previo a esta acción siempre hay una filosofía, un modo de pensar y para conocerla me pongo mi se- gundo traje de viaje, el de filósofo- poeta con el que descubro la poesía de la luz. Atreviéndome entonces a escribir mi primer sentir a cerca de esta. Noto que con esas acciones, el conocimiento de la luz no es com- pleto y es entonces cuando me pongo mi tercer traje de viaje el de físico-ingeniero y paso a conocer los parámetros que definen la luz y a medirla en el interior de las salas con objeto de poder cuantificarla, desarrollando con el paso de los años la curiosa capacidad de haber convertido mis ojos en un fotóme- tro. Pero como tanto la luz natural como artificial se puede simular, y para comprobar si los resultados de los programas informáticos son acertados, realizo simulaciones de luz de las principales salas de los museos seleccionados y contrasto los resultados. En un trabajo que aún no se ha publicado y que busca un mecenas o patrocinador para ello. A FONDO|63