Licht.de desconocidos, hace concluir que el ser humano ha adaptado su organismo a estos dos ciclos reaccionando de una forma diferenciada. Un efecto similar ocurre con las esta- ciones del año, el individuo se adapta a estas condiciones, cíclicas, adaptando su organismo al nuevo entorno. Con la aparición del alumbrado arti- ficial, cambian esas condiciones natu- rales, alargando el día y permitiendo desarrollar durante las horas de oscu- ridad actividades que se desarrollarían durante las horas de luz natural. Actualmente, la evolución tecnológica y social que hemos vivido durante el siglo pasado y el actual ha provocado un cambio sustancial en las condiciones de vida del ser humano a las cuales todavía no ha adaptado su organismo, provocando que éste reaccione contra el medio activando sus mecanismos de defensa. Efectos biológicos de la Luz Nuestro organismo está regulado por la luz. La neurociencia afirma que la luz biodiámica afecta profundamente al sistema endocrino y a través de él al resto de sistemas biológicos. Los ritmos circadianos de la luz producen una estimulación cíclica de los neurotrans- misores, que son los mensajeros de la información entre neuronas. Por otro lado, la fotobiología, ciencia que estudia la relación de los seres vivos con la luz, ha analizado como diferen- tes hormonas responden a los ciclos circadianos. La melatonina, hormona reguladora del sueño, aumenta en ausencia de estímulos luminosos. El cortisol es la hormona responsable de mantenernos “alerta” y sigue un ciclo inverso al de la Melatonina. Otro de los parámetros que también se emplea es la temperatura corpo- ral, que sigue un ciclo inverso al de la melatonina. Cuando nos alejamos de los ritmos cir- cadianos nuestro reloj biológico se alte- ra. Uno de los trastornos más comunes es el que se produce con la llegada del otoño. Algunas personas advierten que su estado de ánimo decae, disminuye su energía vital, comienzan a preferir los alimentos dulces, en especial el chocola- te, se desinteresan por el contacto social y su carácter se vuelve irritable. Los días nublados y los invernales acentúan y mantienen este carácter que con la llegada de la primavera comienza a desvanecerse, recuperando el estado normal. Este padecimiento recibe el nombre de SAD (Seasonal Affective Di- sorder – Trastorno Afectivo Estacional). Los síntomas más importantes del SAD (TAE) son depresión, irritabilidad, pérdida de energía, Hipersomnia o aumento del sueño, aumento del apetito de carbohidratos, aumento de peso, dis- minución del deseo sexual, evitación de contactos familiares o sociales, descen- so de la actividad diaria. Se calcula que en mayor o menor medida, el 20 por ciento de la población sufre este trastorno. Un 6 por ciento en modo que puede resultar invalidante y CUADERNOS|57 “Debemos intentar diseñar nuestro entorno de forma que sea lo menos agresivo para nuestro organismo y la luz forma una parte muy importante”.