La influencia de la luz artificial en el reloj biológico Nuestro cuerpo se comporta de una manera diferente en función de la hora del día, controlado por lo que se conoce como el reloj biológico. Pero éste se empezó a romper cuando los humanos domina- ron la luz. Con la evolución tecnológica y social, las condiciones de vida de las personas han cambia- do, pero nuestro organismo todavía no se ha adaptado. Créditos > Text/Texto: Carlos Sierra (Doctor ingeniero profesor de la UPC). Images/Fotos: Messe Frankfurt. Light+Building 2014. VV.AA. La teoría más aceptada del origen del universo es la teoría del Big Bang, una gran explo- sión hace aproximadamen- te 13.500 millones de años generó todo el universo que conocemos hoy día. Las estrellas, planetas y demás cuerpos celestes surgen a raíz de esa explosión. No voy a entrar en todo el desarrollo de la teoría, pero para co- menzar este artículo sí me gustaría que se prestara atención a un fenómeno: la Tierra y el resto de planetas orbitan al- rededor del Sol y a su vez orbitan sobre su propio eje. Que orbite sobre su eje es lo que genera el ciclo día/noche. Y esto lleva siendo así desde que se formó, hace aproximadamente unos 4.500 mi- llones de años. Con esto quiero destacar que todo lo que ha sucedido en nuestro planeta desde entonces se ha adaptado a este fenómeno: el ciclo día/noche. Todos los seres vivos han evolucionado como consecuencia de este ciclo: Las plantas, por ejemplo, con la fotosínte- sis, generan oxígeno durante el día en presencia de luz e invierten el proceso en la oscuridad. El ser humano, como ser vivo, no es ajeno a este fenómeno y se adapta tam- bién a este ciclo a lo largo de toda su evolución: adapta su organismo a la luz ambiental, comportándose de diferen- tes maneras en función de la luz am- biental... y esto ha sido así durante los cientos de miles de años de evolución. Nuestro cuerpo se comporta de una manera diferente en función de la hora del día, controlado por lo que se conoce como el reloj biológico. De una forma autónoma, y a lo largo de los miles de años de evolución, el ser humano ha ido adaptando su organismo a este fenómeno. Pero en un momento dado de la historia aparece un hecho que tiene una relevancia importante en este proceso: el descubrimiento de la luz artificial: Las primeras evidencias de control del fuego datan de hace 1,5 millones de años. Las primeras for- mas de lámpara eran palos ardientes o recipientes llenos de brasas. Luego se utilizaron para alumbrar antorchas de larga duración, formadas por haces de ramas o astillas de madera resinosa, atados y empapados en sebo o aceite para mejorar sus cualidades de combus- tión. Se desconoce el origen exacto de la lámpara de aceite, la primera lámpa- ra auténtica, pero ya se empleaba de forma generalizada en Grecia en el siglo IV a.C. Es en el momento en el que el hom- bre domina la luz cuando comienza a romper ese “reloj biológico”. Es capaz de continuar su actividad en horas noc- turnas, alterando el ciclo que se venía llevando a cabo desde hace cientos de miles de años... Esta alteración de reloj biológico se manifiesta de una forma mucho más intensa cuando aparece y se populariza la iluminación eléctrica. Las jornadas se alargan y es cuando aparecen los síntomas que denotan una alteración del reloj biológico. El hecho de que durante las horas nocturnas ascienda la temperatura corporal, se segreguen ciertas hormo- nas que durante el las horas diurnas no lo hacen, y aparezcan otra cantidad de fenómenos, unos conocidos y otros CUADERNOS|55 Fuente: Licht.de / Waldmann