OAA: ¿Qué debe aportar un pro- ducto a la sociedad? ¿Es necesario siempre diferenciarse de los de- más? MRU: Debes diseñar para el usuario final, pero tu cliente es una empresa. Está bien hacer productos que no sean exactamente igual que los que hay en el mercado, que aporten algo a cualquier nivel (usabilidad, producción, materiales, innovación), pero una lucha por ser muy diferente, extravagante y llevarlo todo al extremo, no tiene mucho sentido. Hay empresas que no dan importancia a diferenciarse, prefieren innovar en cosas que no se ven o que el usuario no aprecia, pero si la industria, a nivel de producción por ejemplo. Fabricar cualquier producto es muy caro, implica moldes y demás... y eso tiene que durar en el tiempo. Debes diseñar con criterios de lógica y moral, intentas no diseñar productos que sean caros porque si, o malos para el medio ambiente. El diseño puede ser muy conceptual pero al final es un negocio, donde se compra y se vende, y las empresas quieren vender y se ponen en manos de diseñadores. A veces, a pesar de los criterios de venta de la empresa, propones diferencias pe- queñas, como un cambio de color en una lámpara. Por ejemplo, para LAMP diseña- mos una lámpara en amarillo. La empre- sa solo la quería en blanco, negro y gris. Y al final el color que más se vende es el amarillo... Puede salir bien o mal. Sin embargo, otra lámpara que hicimos para ESTILUZ, que es como una flor, la propusimos en verde y en gris, pensan- do que la verde no se vendería tanto como la gris. Y ha sucedido lo contrario. Es muy difícil saber qué le gusta a la gente. OAA: Reciclaje: Moda, tendencia... MRU: Hay que intentar ser honestos y hacer cosas que no tengan un gran impacto en la naturaleza, pero a veces sale más caro reciclar que no hacerlo. Hay que considerar hasta qué punto es importante, o si un proyecto lo necesita. Tú estás haciendo un objeto y sería ab- surdo utilizar material reciclado que en definitiva no se sabe si va a influir en el precio final, o los clientes van a acceder a comprarlo. Considerar materias primas cercanas, o hacer lámparas con leds, por ejemplo, sí tiene sentido, por el ahorro energé- tico. Hay que ser coherente. Las cosas poco ecológicas irán desapareciendo. Si fabricas con material reciclado que se rompa pronto, no tendría sentido. Mejor que una cosa dure 50 años. Compensa. Reciclar puede ser una moda en la que se llega al absurdo. OAA: Lagranja: ¿concepto diferente? ¿El hecho de partir de un estudio de interiorismo, os hace diferentes? MRU: Creo que sí. Todos en el despacho son interioristas o arquitectos, excepto yo, eso se nota. Los productos que ha- cemos, siempre pensamos si se pueden poner en nuestros interiores, en cómo van a quedar en esos espacios. Si te fijas el estudio no tiene el nombre de nadie. El hecho que sea un despacho abierto, donde todo el mundo opina, todo se trabaja en conjunto, creo que aporta cierta frescura. Formar parte de un estudio de interiorismo y no vivir solo de producto también quita mucha presión. OAA: ¿Intervenís todos en cada producto desde el inicio? MRU: Al principio hay un poco de “mel- ting pot” para ver qué cosas salen, se trabaja cualquier idea. Pero las ideas siempre acaban saliendo de una per- sona pero se trabajan y evolucionan tanto, tantas opiniones en el transcurso, reuniones, dibujos, descartes,... además somos muy críticos. Muchas cosas se quedan en el cajón en todo el proceso. REPORTAJE|19 OAA: Entonces, mejor el trabajo en equipo... MRU: Si, al menos en nuestro caso. Hay que saber trabajar en grupo. Tienes que conocer lo que te gusta y lo que se te da bien. Hay que ver donde cabe cada uno. OAA: ¿Cómo han evolucionado vuestros diseños en estos 10 años? ¿y vuestra manera de afrontar el diseño? MRU: Hemos aprendido que no sabe- mos nada. Lo que uno cree, no siempre conlleva la razón. A veces, presentando un proyecto poco convencidos, al final ha resultado ser un éxito, o lo contrario. Hay que estar muy abierto a todo. Quiero pensar que hemos evolucionado, pero no tanto a nivel conceptual sino a nivel de acabados, de saber hacer, de ir más directos al objetivo, sin rodeos, de saber qué cosas funcionan y cuáles no; entonces intentas capear lo que sabe- mos que no nos va a gustar. OAA: ¿Un producto nuevo, significa volver a empezar? MRU: Siempre. Si te fijas, entre to- das nuestras lámparas no hay ningún parecido, ni siquiera en materiales... Lo aprendido no nos sirve para el diseño si- guiente. Sabemos muy poco de muchas cosas. Cierto desconocimiento ayuda para atreverse a proponer diseños, que luego irán tomando forma. Si estamos convencidos y nos gusta lo que hace- mos, lo tiramos para adelante. OAA: ¿Todo está inventado? Si con- Lámpara Coral; Foto: Lagranja