Por lo tanto, para prevenir de forma efectiva el riesgo es suficiente romper la cadena de sucesos antes mencionada por cualquiera de los eslabones que la integran. Tres de ellos es posible quebrarlos con un buen diseño y un funcio- namiento correcto del equipo. Torres refrigeración Torraval ción y un 18% más de consumo de la compresión”, explica. Desde la promulgación del primer Reglamento Higiénico- Sanitario para el Control y Prevención de la Legionelosis, estas instalaciones son sometidas, además, a los manteni- mientos y controles higiénico-sanitarios previstos en la citada legislación garante de la seguridad de estos equipos desde el punto de vista sanitario. Con su aplicación se rompe el eslabón 2o y concretamente con su artículo 7 obliga a que dispongan de separadores de gotas de alta eficiencia, de manera que, el caudal de agua de arrastre sea menor del 0,05% del caudal circulante. Si a esta circunstan- cia añadimos el emplazamiento de estos equipos en puntos elevados y distantes respecto de las zonas de paso de las personas, colocadas de forma que su descarga no pueda entrar por las ventanas o por las tomas de aire de edificios vecinos a la instalación, el riesgo de inhalación de gotas es prácticamente inexistente. 1. Evitandolascondicionesquefavorecenlamultiplicación de bacterias con una correcta limpieza y mantenimiento del equipo, tal como prescribe la Ley (RD 865/2003 de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico- sanitarios para la prevención de la legionelosis). 2. Minimizando el arrastre de aerosoles de agua en la descarga del aire de los equipos con las tecnologías disponibles. 3. Reduciendolasposibilidadesdeinhalacióndegotaspor las personas mediante el adecuado emplazamiento del equipo. El asesor técnico de Aefyt pone como ejemplo el sector de la refrigeración industrial, que, según asegura, pocas veces se ha visto involucrado en episodios de brotes de legionelo- sis, puesto que en general ha mantenido siempre adecua- damente sus instalaciones desde el punto de vista mecánico (limpieza frecuente, eliminación de lodos, uso de productos desincrustantes, anticorrosivos, algicidas, etc.) con el fin de preservar la eficiencia térmica de los equipos de transfe- rencia de calor existentes en este tipo de instalaciones y conseguir así mantener en niveles adecuados la eficiencia energética de las mismas. 28 / Para el investigador resulta de “vital importancia” tratar el agua de estos equipos. Las incrustaciones y la falta de limpieza reducen el rendimiento del sistema, aumentando los costes de funcionamiento y favoreciendo la contamina- ción microbiana. “Los efectos negativos producidos por 1 milímetro de incrustación en la batería de una torre con circuito cerrado supone un 30% de pérdida de transferencia de calor, 6 °C de aumento de la temperatura de condensa- Reportaje