Con la llegada de la pandemia global en la que todos estamos sumidos, una gran parte de los trabajos han seguido llevándose a cabo desde los domicilios de los trabajadores, aunque de un modo más o menos precario dependiendo de las circunstancias de cada organización. Manuel Arenas 32 Nuevas formas de trabajar: un reto que las compañías deben afrontar El teletrabajo lleva entre nosotros desde los comienzos de los procesos de digitalización de las empresas. El principio del teletrabajo, de hecho, data de 1973, cuando un empleado de NASA usó un equipo de telecomuni- caciones para trabajar desde casa, a lo que se le denominó “telecommuting”, aludiendo al fenómeno de commuting, generalizado en EEUU y que es el des- plazamiento del hogar al lugar de trabajo, mayoritariamente en coche. Una vez que las tareas corporativas se transforman desde los procesos analógi- cos hasta los digitales, la ubicación desde la que se lleva a cabo una tarea que no precise de un contacto físico con ningún “asset” de la empresa deja de ser relevante, depositando el peso de los flujos de trabajo en aspectos como los servicios y aplicaciones sobre los que se desarrolla una actividad, la conectividad o la seguridad de las comunicaciones. En resumidas cuentas, todo aquel trabajo que se puede hacer delante de una pantalla de ordenador es susceptible, a día de hoy, de convertirlo en teletra- bajo. Gracias a ello, con la llegada de la pandemia global en la que estamos sumidos, una gran parte de los trabajos han seguido llevándose a cabo desde los domicilios de los trabajadores, aunque de un modo más o menos precario dependiendo de las circunstancias. En busca del teletrabajo como modalidad de trabajo permanente Lo que en un principio parecía una medida provisional, está confirmándose como una modalidad de trabajo que ha llegado para quedarse, con todo lo que ello conlleva. Entre otras consecuencias, está el cambio de orientación que están llevando a cabo de forma urgente muchas de las empresas que ofrecen herra- mientas de productividad para la empresa. TELETRABAJO