TRIBUNA DE OPINIÓN La clave para aprovechar el potencial del equipo y los procesos con- siste en implantar una serie de buenas prácticas que demuestren al personal de producción no solo que se oirán sus peticiones, sino que también se hará algo al respecto. Esta metodología empieza por tener contacto con los equipos durante los turnos, comentar los aspectos clave de la jornada y asegurarse de que todos tengan la oportuni- dad de opinar sobre las medidas estándares que el sistema MES les facilita para su revisión. La sensación de dominar el proceso y de sen- tirse implicado en la marcha de la empresa fomenta el compromiso. La naturaleza humana nos empujar a querer tener éxito. Provistos de la información necesaria y la sabiduría acumulada durante años de experiencia, podemos conseguir que cada día sea mejor que el anterior. Con el objetivo de adoptar una cultura de la acción, con la sensación de que uno puede competir y lograr sus nes, y con la con- ciencia de saber que podemos actuar, el sistema MES se convierte en algo más que una herramienta: provoca casi un cambio de mentalidad. Implicar a la dirección El proceso de implicación es bidireccional. No se trata únicamente de que los operarios recopilen y usen la información, sino que el sistema MES puede bene ciar a toda la organización y conseguir su implica- ción. Al hacer que la dirección escuche a los empleados, revise los datos estandarizados y adapte las actividades de mejora a los obje- tivos de la empresa, se conseguirá mejorar los resultados de la planta y nalmente mejorar el negocio. Eso in uye en el trabajo diario de los encargados de recopilar dicha información, lo que a su vez hace que se impliquen más y sigan captando datos que aporten valor añadido. Esta información debe transferirse a los responsables de produc- ción, los directores de fábrica y otros ejecutivos para que estos tengan una visión clara de las actividades de fabricación. Disponer de datos estandarizados y estructurados sirve para saber por qué no se cumplen unos determinados objetivos y cuáles son las incidencias habituales, una información que contribuye a crear una estrategia centrada en resolver primero los mayores problemas. Sin este enfo- que claro y esta responsabilidad basados en datos ables, es muy difícil que las empresas jen su estrategia de forma adecuada para alcanzar sus objetivos. Avanzar con el consejo del coach experto en MES Las buenas prácticas se basan en la comunicación y el ajuste cons- tantes del proceso para aprovechar al máximo los recursos. En empresas con varias sedes, compartir la información entre uni- dades de negocio contribuye a estandarizar las buenas prácticas, La capacidad de recopilar datos y dar información a los operarios en tiempo real es el primer paso de un sistema MES efectivo ya sea el umbral de los tiempos muertos, la revisión periódica de objetivos de producción para actualizarse y mantener la compe- titividad o sencillamente la frecuencia de supervisión durante los turnos. La gura del coach puede ayudar a establecer estas buenas prácticas, ya que lo que conviene a una empresa puede no irle bien a otra. Además, la solución de sencillamente enviar a un consultor que dicte las mejoras es una medida que suele topar con el rechazo de la plantilla. En cambio, un coach analiza el entorno de trabajo, evalúa qué puede funcionar y acuerda con la empresa las medidas que conviene introducir, en lugar de obligarle a adoptar una misma solución para todo. Se trata de un método práctico, que incluye el seguimiento y asegura que las buenas prácticas se erijan a partir del proyecto inicial pero evolucionen para garantizar la sostenibili- dad, mantener el enfoque y alcanzar la e cacia, el éxito y, en última instancia, la rentabilidad. Conclusión Los deseos y las necesidades de las personas que forman una empresa cambian, y cada nivel de la organización afecta directa- mente a la siguiente. Una situación problemática se extiende como una mancha de aceite en una empresa. Cuando los operarios se sienten desvinculados de la dirección, la implicación y la adopción de buenas prácticas permite que ambos vuelvan a conectar. Puede que la dirección sea quien maneje el dinero y tome las decisiones, pero también ejercen in uencia y a menudo están dispuestos a ofrecer incentivos siempre y cuando se obtengan las mediciones correctas. Pero eso solo puede lograrse a través de la estandari- zación, la implantación de buenas prácticas y el compromiso de los operarios, así que es esencial implicar a los empleados y desarrollar una cultura empresarial centrada en la mejora continua y la acción positiva. • 47