AUTOMATIZACIÓN EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA en malas condiciones. Esta es una condición indispensable para la actividad empresarial. En el marco de la FSMA, la Food and Drug Administration (FDA) tiene autoridad para solicitar una retirada obligatoria de producto. La mayoría de sistemas ERP instalados en empresas de alimentación y bebidas soportan la funcionali- dad de retirada voluntaria de productos. No obstante, el sistema ERP podría no tener plena visibilidad sobre toda la cadena de suministro. Con un SGA integrado, las capacidades de retirada de productos llegan hasta el proveedor que puede estar planeando la entrega de otras partes del lote sospechoso (visible en la nota de envío avanzada) y hasta el centro de distribución que mantiene el resto del lote correcto acabado. El SGA integrado mantiene el historial detallado de cada movi- miento, desde la llegada de la materia prima hasta el envío del producto acabado. Este sistema central se vuelve indispensable durante las retiradas de productos, cuando la empresa debe saber rápidamente qué productos de qué fechas y en qué ubica- ciones deben ser devueltos. Asimismo, la FDA exige que todos los números de lote afectados por la retirada sean comunicados a sus o cinas en un plazo de 60 minutos desde la petición. La transmisión electrónica de informes desde el SGA integrado reduce drástica- mente el riesgo de incumplimiento. ¿Opero correctamente? La implementación de un SGA integrado puede mejorar las e cien- cias del personal de almacén midiendo e informando de cada tarea individual (clasi cación, movimientos de ubicación, preparación de pedidos) dentro del almacén. El SGA integrado ofrece formas avanzadas de gestión de tareas, incluida la selección de la siguiente mejor actividad para un empleado basada en factores de nidos por el usuario. El SGA integrado coordina la actividad del almacén aso- ciando las capacidades del personal (tipo de carretilla elevadora que pueden usar) con la prioridad del trabajo (preparación en altura o en suelo). El SGA integrado también ofrece inteligencia de ubicaciones, permitiendo tener en cuenta la proximidad física a la hora de asignar tareas en un pedido determinado y a un trabajador concreto. Cuanto mayor es la planta y más tareas hay en cola, mayor es el potencial de mejoras de productividad que puede aportar el SGA integrado. Las empresas que implementan un SGA integrado suelen registrar una reducción anual de los costes de personal de almacén cercana al 30%, puesto que los plazos de entrega se reducen considera- blemente. En muchos casos, la productividad a largo plazo mejora no solo por la funcionalidad de la aplicación, sino por los cambios posteriores realizados a la implantación aplicados en la operativa y ujo del almacén. Los cambios de procesos de entrada en almacén, movimientos de ubicación y preparación de pedidos se traducen en un uso más e ciente de los equipos mediante rutas más e cientes de las carretillas. Una vez instalado el SGA integrado, es posible aplicar tecnologías avanzadas de gestión de tareas dirigidas por voz, reduciendo así la cantidad de procesos en papel y procesos manuales proclives a errores. Sin embargo, el mejor indicador de las ventajas derivadas de la implementación de un SGA es la capacidad de operación del sistema valorada en términos de satisfacción de clientes. Cuando las venta- nas de entrega son cortas, cualquier pequeño descuido o error de cálculo puede afectar al nivel de servicio. El SGA integrado reduce los errores humanos, garantizando que los productos que compra el cliente no solo estén en stock, sino que tengan su ciente vida útil. El SGA integrado organiza los pedidos dentro del sistema ERP, contro- lando los envíos realizados desde el SGA. El SGA integrado mantiene al cliente informado enviando avisos automáticos sobre el estado de los pedidos para incluir el número de seguimiento del envío, de modo que se creen y cubran las expectativas correctas sobre la entrega. Estas conexiones se traducen en una mayor satisfacción del cliente, y además en costes más bajos de la atención al cliente, puesto que los avisos automáticos reducen la cantidad de llamadas de clientes que desean conocer el estado de sus pedidos. Conclusión Todos los fabricantes de alimentos y bebidas han pasado por el proceso de implementar un sistema ERP para gestionar sus nece- sidades, desde la captura de pedidos hasta la tramitación de pagos en efectivo. Las capacidades básicas de gestión de almacenes de su sistema ERP suelen satisfacer alrededor del 75-80% de sus requisitos de distribución. La brecha restante se cierra mediante procesos manuales o, en algunos casos, con la implementación de un SGA autónomo. Sin embargo, en un sector de grandes volú- menes y márgenes bajos, como el de los alimentos y bebidas, una capacidad satisfactoria del sistema no es su ciente para empresas que desean ser líderes de mercado. Las soluciones aisladas no son la respuesta. Lo que se necesita es una integración total del sistema ERP con el SGA para obtener un sistema de gestión de almacenes avanzado (SGA integrado). • 17