TRIBUNA DE OPINIÓN Pepe Varela, periodista y community manager No todo es 4.0 Los compradores de vehículos cada vez exigen —y obtie- nen— que sus vehículos tengan más innovaciones digitales (vehículos interconectados, conducción autónoma). Además, la industria digital, asociada a la fabricación de coches, también ha permitido la creación de nuevos modelos de negocio como Uber. Esta es la opinión de Christian Boehler, experto en tecnologías digitales y autores de diversos libros sobre la materia. Para Boehler “siendo importante la forma en la que la revolución digital está afectando al consumidor, más lo será —en realidad ya lo está siendo— la manera a la que afectará a la industria automovilística. Y es que la digitalización de los procesos de fabricación de automóviles se está traduciendo en reducción de costes e incremento de la productividad”. Para Christian Boehler “aplicando tecnología digital a los procesos, los fabricantes de automóviles “podrán abordar desafíos como la necesidad de fabricar, cada vez más, productos de nicho; enfrentarse a un mercado cada vez más volátil; o abordar costosos procesos de producción. Es evidente que todos estos retos requieren modelos productivos tan exibles como estables, tiempos de comercialización cada vez más reducidos o rápidas rotaciones de inventario”. Agustín Zubillaga es director de la cátedra de Economía Digital del Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra). Para él “tras una cierta resistencia natural, que se ha dado en todos los sectores, se han ido adoptando diferentes tecnologías relacionadas con la Industria 4.0. De todas formas, toda esta transferencia de tecnología se encuentra aún en un estado bastante embrionario”. Zubillaga, aunque reconoce que esta adopción de tecnología se está dando en todos los campos de la empresa, observa una especial incidencia en los procesos productivos “el análisis de datos, extraído del Big Data, permite una mejor plani- cación de la producción, obtener una mayor información sobre estos en las fábricas de coches 64<<