Entrevista por ejemplo, la armonización regulatoria a nivel europeo en materia de legislación de protección de datos, lo obliga a una empresa exportadora a ajustarse a diversas legislaciones sobre este tema. ¿Cree que son conscientes nuestros empresarios de la importancia de las nuevas tecnologías aplicadas a la indus- tria? ¿Se sabrán adaptar a esta revolución tecnológica? Sí, rotundamente sí. La mayoría de nuestros empresarios son conscientes de los cambios que conlleva el nuevo modelo indus- trial y me atrevería a decir que muchos de ellos están empezando a dar pasos para ver cómo lo pueden adaptar a su negocio. En este sentido, desde Eurecat estamos ayudando a las empresas a definir sus hojas de ruta de adaptación e implantación de la industria 4.0, con consultorías especializadas. Paralelamente, las administraciones están ofreciendo programas específicos para acompañar a las empresas a superar con éxito el cambio de paradigma que introduce la fábrica 4.0. Y en cuanto a formación, ¿cómo nos situaría? Sin duda, la formación es un factor clave para la implanta- ción de los nuevos modelos productivos de la Industria 4.0. Desgraciadamente, los resultados no sitúan a España en un buen lugar a nivel internacional en lo que refiere al alcance de la formación de los empleados, donde está claramente por detrás de los países de nuestro entorno. Desde Eurecat, estamos trabajando intensamente para invertir esta situación, ofreciendo programas formativos de alta especialización en diferentes ámbi- tos empresariales e industriales. Uno de los aspectos que preocupan más en la nueva industria es la ciberseguridad. ¿Qué nos puede decir en este sentido? ¿De qué manera se garantizará esta seguridad? Sí, es un elemento clave. Es importante que las empresas sean conscientes, interioricen la importancia de la ciberseguridad y la prioricen convenientemente en su plan de digitalización. En este sentido, existen varios vectores que deben desple- garse para garantizar una industria conectada segura, entre los cuales cabe destacar la adaptación de los mecanismos de la ciberseguridad a los entornos industriales, es decir, a los siste- mas de información y control específicos del mundo industrial (PLC, Scada, etc..), y la inclusión de medidas y herramientas preventivas que permitan detectar e identificar amenazas de manera temprana para poder neutralizarlas, así como la protec- ción de los datos y su integridad. También es clave avanzar para asegurar el control de acceso y la identificación de usuarios autorizados y la sensibilización de todos los usuarios (operarios, directivos, administrativos, etc.) de los riesgos y amenazas que provienen de Internet. En Eurecat proponemos dos principios para maximizar la protección frente a los riesgos de ciberseguri- dad: ‘Security by Design’, que significa incluir la ciberseguridad como un requerimiento de diseño de los sistemas IT de una organización desde el inicio, y ‘Security in Depth’, es decir, pensar en todas las puertas que de abrirse fraudulentamente pueden dejar penetrar ataques de ciberseguridad e implantar los mecanismos preventivos correspondientes. 54 La cuarta revolución supondrá para los más escépticos una amenaza para el mercado laboral. ¿Cuál es su opi- nión al respecto? Algunos estudios predicen un relativo descenso en el empleo para el sector industrial, pero sobre todo un trasvase de pro- fesionales entre sectores, ocupaciones y cualificaciones. Por ejemplo, un estudio reciente realizado por el Instituto de Investigación sobre el Empleo del Gobierno de Alemania sobre las consecuencias de la Industria 4.0 en el mercado laboral pronostica una pérdida de aproximadamente medio millón de puestos de trabajo en el sector industrial que serán par- cialmente compensados por la creación de aproximadamente 430.000 nuevas ocupaciones. ¿Cómo será la fábrica del futuro, por ejemplo, en 2036, dentro de 20 años? Idealmente la imagino como una fábrica limpia, sostenible, que generará pocos residuos y con la capacidad de reciclarlos o valorizarlos, con todos sus elementos interconectados entre sí y con el mundo exterior. Con diversos sensores y actuadores especializados para realizar acciones concretas y que permiten una gran nivel de automatización y donde la robótica colabora- tiva permitirá convivir sin riesgos a operadores y máquinas. Con la Internet de las Cosas funcionando plenamente, facilitando una mayor conexión entre producción y cliente/usuario. Las nuevas fábricas explotarán el Big Data que todos estos sensores generarán para mejorar en eficiencia y estarán atentas a las opiniones de los consumidores captadas en las redes sociales. Y los nuevos materiales y tecnologías de fabricación (aditiva, impresión 3D) podrán deslocalizar el punto de fabricación y permitir una personalización del producto casi a nivel indivi- dual. Este pronóstico quizás se puede interpretar como una visión muy idílica, pero ya hoy en día se pueden encontrar ejemplos que responden en mayor o menor medida a este modelo. •