25 OPINIÓN La llegada Internet de las Cosas y los sistemas ciber-físicos ha dotado a las máquinas, a los ordenadores y a los datos propiamente, de un papel protagonista en la fabricación y los procesos de producción Por último, la infraestructura de comunicación en las que esas ‘conversaciones’ confían ha llegado a ser tan segura que goza de la confianza necesaria incluso en temas tan crí- ticos como la producción industrial. Esta combinación de tecnología y estrategia empresarial ha sido bautizada como Industria 4.0. Un nombre que ya es global. En Alemania, Industria 4.0 se refiere a una iniciativa que pro- mueve la informatización de industrias tradicionales como la de fabricación industrial. En Estados Unidos existe un or- ganismo similar, Smart Manufacturing Leadership Coalition (SMLC). En España, se intenta traer de vuelta la fabricación, procesos que antes se deslocalizaban en busca de mano de obra barata. No es una etiqueta más Desde una perspectiva empresarial, es vital entender que Industria 4.0 no es una nueva tecnología o una nueva disci- plina de negocio como tal. Es más un enfoque que permite alcanzar ciertos resultados que eran impensables hace una década. Las empresas no piden soluciones industriales 4.0, y la industria tecnológica no debería crear una etiqueta para ello. Más bien se necesita que haya un enfoque 4.0 que res- ponda a las demandas de los clientes sacando el máximo partido de la tecnología existente. Pongamos un ejemplo en el que el objetivo es aumentar la velocidad en los procesos de negocio y ejecutar algunos pro- cesos de forma semi-autónoma para producir de forma más eficiente. U otro en el que se busque ofrecer productos a medida o en pequeñas cantidades sin poner en peligro la productividad ni aumentar los costes de producción. Para ambas necesidades sólo es necesario identificar algu- nos elementos, como la comunicación entre máquinas o el análisis de grandes volúmenes de datos, para optimizar los procesos y asegurar la unión entre diseño y producción. Se requiere una estrategia integral que lo agrupe todo a través de aplicaciones de software modernas que abarquen estas conexiones y ofrezcan los datos necesarios para el análisis. En el desarrollo de software hay dos aspectos sobre los que más se hace presión. El primero de ellos, la velocidad: los plazos para la innovación son cada vez más cortos. Por ello, hay que desarrollar software más rápidamente que nunca. En segundo lugar, la complejidad: debido a la alta automatización e interconectividad, cada proceso tiene más “partes variables”. Por consiguiente, el software tiene que ser más flexible. No es una tecnología más Desde una perspectiva empresarial se necesita reclutar, retener y desarrollar un conjunto específico de habilida- des para resolver problemas de forma colaborativa. Des- afortunadamente, muchas de esas habilidades son difíciles de encontrar. En términos generales podemos catalogar los desafíos en tres categorías: de mercado, de negocio y tecnológicos. Desafíos de mercado son la entrada de un nuevo competi- dor o una expansión en una nueva área geográfica. Los retos de negocio suelen ser más “internos”, un cambio en el modelo de negocio o amenazas u oportunidades de los socios o los proveedores. Los retos tecnológicos están re- lacionados con los beneficios que pueden obtenerse con una mejor gestión de los componentes digitales de los sis- temas existentes. Esa gestión depende de la integración sólida pero flexible de los sistemas. Es imprescindible contar con un entorno que ofrezca la base tecnológica necesaria para construir pro- cesos de negocio y flujos de trabajo en toda la fábrica inte- ligente. Además, la interfaz entre el usuario y le tecnología debe ser rápida, intuitiva y fiable. Además, la gestión del cambio será una parte vital del éxito de la Industria 4.0. A medida que la responsabilidad de los empleados cambie desde la gestión de tareas ordinarias a la monitorización de procesos automatizados y detección de errores para solventarlos, el personal deberá solucionar problemas, por lo que requerirá una significativa formación. Estos son los retos principales. Gracias a la Industria 4.0 este cambio es menos una revolución y más una evolu- ción paulatina hacia una transformación profunda de la in- dustria. I panorama