59 SENSÓRICA Figura 3. Tres topologías comunes en redes inalámbricas de sensores. Las aplicaciones agroambientales se pueden beneficiar tam- bién de estas tecnologías desarrolladas inicialmente para aplicaciones con un número de implantaciones muy eleva- do. Así, por ejemplo, la denominada agricultura de precisión aspira a gestionar la variabilidad de las condiciones locales para aportar sólo los recursos (semillas, agua, fertilizante, productos fitosanitarios...) necesarios en cada lugar y mo- mento, y para predecir las cosechas. Esto exige conocer las condiciones locales del suelo, meteorológicas y ambienta- les, y la evolución de los cultivos. La detección remota desde satélites o aviones aporta parte de la información ne- cesaria, pero no sobre variables tales como el nitrógeno en el suelo o la velocidad del viento. Además, sólo es econó- micamente justificable en explotaciones muy grandes. Las redes inalámbricas de sensores pueden aportan dicha infor- mación local. A continuación se describen dos aplicaciones de índole muy distinta que son una muestra de las posibilidades de esta tecnología nacida al amparo del desarrollo de las telecomunicaciones móviles y los dispositivos elec- trónicos personales. Monitorización de la salinidad del agua en el cultivo de arroz La salinidad del agua tiene una repercusión nega- tiva en la producción de arroz. En la zona Medite- rránea, la extracción de agua del subsuelo hace que el agua del mar entre en las capas freáticas con la consiguiente salinización del agua y del suelo anexo, reduciendo las cosechas. La solución es regar abundantemente con agua dulce que evite que el agua salada del subsuelo ascienda hasta las raíces del arroz. En las zonas arroceras que riegan con agua de río donde la marea o el es- tiaje combinado con el viento provocan una cuña salina que puede penetrar varios quiló- metros aguas arriba de la desembocadura del río, el riego con agua de dicha cuña cau- saría también daños graves al arroz. Por consiguiente, el co- nocimiento de la salinidad del agua es esencial para una ges- tión eficiente del agua de riego y proteger el arroz. El método habitual para determinar rápidamente la salinidad del agua es medir su conductividad eléctrica: cuanta más sal, más iones y por lo tanto mejor es la conductividad. Pero en el mercado no hay sistemas que permitan medir dicha conductividad continuamente en un arrozal, entre otras ra- zones porque la lectura del valor medido por los instrumen- tos actuales es presentada normalmente en una pequeña pantalla alfanumérica (figura 4). Además, la sonda está di- señada para ser sostenida manualmente dentro del agua, y limpiarla después de cada uso. Lo que interesaría es un sis- tema capaz de medir continuamente la conductividad y transmitir el resultado a un centro de seguimiento para que se pudiera, por ejemplo, detener el bombeo de agua salada hacia los canales de riego o aumentar el caudal de éstos para acelerar el proceso de ‘la- vado’ del suelo. Para afrontar este problema, la Unión Europea ha financiado un proyecto de investigación de dos años denominado Smart Paddy cuyo objetivo era desarrollar una red inalám- brica de sensores autónomos que midiera en tiempo real la conductividad del agua en el desagüe de los arrozales, canales de riego, estaciones de bombeo y canales de drenaje, y presentara esta información a través de una apli- cación web. De esta forma se evitarían los frecuentes viajes al campo para detectar posibles síntomas de de- bilitamiento de las plantas por culpa de la salinidad del agua. Para que la solución fuera económicamente viable, se consideró que cada punto de medida no debía ser mucho Figura 4. Conductímetro de mano para medir la salinidad y temperatura del agua (WTW Vario Cond). tecnología