46 EFICIENCIA ENERGÉTICA Albert Ginestà, responsable de Ef iciencia Energética de la Div. Discrete Automation and Motion ¿Cúando se propuso ABB organizar este evento qué obje- tivos se marcó? ¿Considera que se han alcanzado? El objetivo era poder explicar de una forma fácilmente entendible gran parte de nuestra oferta industrial en eficiencia energética. Somos una empresa muy grande, eso tiene muchas ventajas, pero a la vez se hace algo complicado poder explicar todas estas soluciones. Por ello, el objetivo de este evento era transmitir y comunicar todo desde un punto de vista completo e integral, desde que el kilovatio entra en la instalación hasta que es con- sumido por el proceso industrial o por los servicios auxiliares. Creo que ese objetivo lo hemos alcanzando, tanto por el número de asistentes como por la satisfacción que éstos nos han trans- mitido una vez finalizado el evento. La eficiencia energética es uno de los muchos campos en los que trabaja ABB, pero ¿en qué medida ha ido creciendo la importancia de estas soluciones en estos últimos años? Como indicador básico podemos tomar la fábricas de ABB, que incorporan desde hace muchos años el concepto de eficiencia energética. Un producto no puede ser solamente eficaz, sino que ha de ser eficiente energéticamente, porque sino al final lo que hacemos es enviar un mensaje erróneo. La tecnología ha de velar por la producción, pero también por el medio ambiente y por la sostenibilidad. ABB está muy focalizada en este sentido. Hemos pasado por una época en que la insistencia de este tipo de mensajes ha coincidido con una fuerte crisis econó- mica, situación que ha provocado que muchas empresas no hayan podido realizar este tipo de inversiones. ¿Qué mensaje lanzaría, ahora que parece que ha pasado el peor trago para nuestra industria? En el Energy Efficiency Day hemos visto inversiones de todo tipo, desde el medio millón de euros a otras que superaban por poco los 20.000 €, todas ellas amortizadas en menos de dos años. La crisis ha sido un desastre a todos los niveles, pero tam- bién ha servido para evidenciar como es de necesario pagar por lo que se consume, y no despilfarrar la energía. Cuando se em- prenden este tipo de proyectos de eficiencia energética no hace falta que sean totales, sino que se puede ir por partes, atacando los puntos en los que la amortización es más rápida. Por ejemplo, en bombas y ventiladores centrífugos hay mucho margen y es- tamos hablando de inversiones de 1.000 a 5.000 euros depen- diendo de las potencias, con una amortización muy rápida. ¿Desde ABB se ha observado como esa concienciación por la eficiencia energética, presente hace años en los países del norte y centro de Europa, ha ido desembarcando en España? En Europa, los países del norte fueron los primeros en invertir en eficiencia energética o en disponer de equipos con bajas pér- didas. Por ejemplo, las primeras pruebas con motores de reluc- tancia se realizaron en el norte de Europa. Los países del Mediterráneo han tardado un poco, pero cada vez existe una im- plantación mayor. Se ha de reconocer también que la legislación europea está ayudando a este cambio, favoreciendo la implan- tación de nuevos motores y de los variadores de velocidad. De toda la amplia gama de soluciones presentadas durante el Energy Efficiency Day, ¿cuáles son las más demandadas? Principalmente la que permite regular electrónicamente un motor, los convertidores de frecuencia que ajustan la velocidad de un motor a la demanda de una aplicación o de un sistema. Después llegarían los motores de alta eficiencia. Este es el pack más demandado y en el que se puede conseguir un mayor mar- gen de mejora. A partir de aquí encontraríamos, por este orden, los sistemas de control de iluminación y de cargas de una oficina, los transformadores de potencia, etc. ¿Existe aún margen para innovar en el terreno de la eficien- cia energética? Aún hay, pero es evidente que cada vez es menor. Por ejemplo, con los motores de reluctancia se están llegando a cotas de aprovechamiento de un kW de energía superiores al 96%, los propios convertidores de frecuencia llegan al 98, al igual que los transformadores. Quizás más que una cuestión tecnológica lo que queda por delante es un tema de concienciación, porque se puede tener un equipo muy eficiente pero no usarlo de forma adecuada. Hemos de trabajar, por lo tanto, en la tecnología y en el uso que hacemos de ella. panorama