101 SUJECIÓN Para el desbaste de piezas hay que tener en cuenta las virutas que se generan en poco tiempo. Por lo que se requieren fuerzas de sujeción especialmente altas tanto para el torne- ado como para el fresado. Las ‘claw jaws’ ofrecen en este campo el mejor resultado. Están disponibles para sujeción exterior, interior y para el mecaniza- do de material en barra. En contraste con las mor- dazas duras convencionales, estas se agarran más profundamente en la superficie de la pieza, logrando así adaptarse mejor a la forma y una mejor sujeción. Incluso con bajas fuerzas de suje- ción son capaces de transferir altos pares de rotación. Las ‘claw jaws’ de poco peso trabajan muy eficientemen- te pues disponen de una forma especial de dentado, hasta tres líneas de dentado uno encima del otro. Permi- ten avances muy altos y elevadas velocidades de corte con el fin de minimizar el desgaste, porque están endu- recidas por cementación. Mediante el uso de topes es- tandarizados de diferentes alturas, las profundidades de sujeción se pueden adaptar individualmente en cada pieza a trabajar. Una alternativa muy económica de las ‘claw jaws’ monoblock, son las denominadas ‘claw jaws’ universales. Están hechas de una mordaza en bruto no endurecida, preparada con una fresa angular y provista de insertos especiales de carburo resistentes al desgas- te. Por otra parte, se asegura un contacto óptimo con la pieza por su efecto ligeramente oscilante. Las garras pendulares sujetan de forma segura y con poca deformación Para piezas con paredes de poco grosor y con riesgo de deformación, se requieren soluciones para fijar los componentes sin deformación. Si el usuario no quiere comprar mordazas es- peciales de elevado precio, puede conseguir el mismo efecto con las garras pendulares estándar más económicas. Las garras pendulares consisten en un cuerpo pendular móvil con dos insertos de sujeción, que se montan con un perno de co- jinete en una garra base. Pueden equiparse con insertos de sujeción blandos o endurecidos. Puesto que están montadas de la misma manera que las mordazas superiores monoblock, se puede adaptar rápidamente un plato convencional Las ‘claw jaws’ permiten avances elevados por lo que se asegura que el mecanizado sea económico. de 3 garras para la sujeción por 6 puntos. Los puntos de apoyo que están distribuidos uniformemente en ángulos de 60° en la circumferencia del componente o en el diá- metro interno, transfieren la fuerza de sujeción a seis pun- tos de sujeción y reducen considerablemente las deformaciones. Si un tubo hecho de aluminio, con un diá- metro exterior de 60 mm y un diámetro interior de 50 mm, se fija con una fuerza de sujeción de 100 kN en un plato de 3 garras convencional, el resultado calculado de deformación sería de 0,497 mm. La sujeción con una garra pendular con 6 puntos de contacto mejora el valor llegando a 0,029 mm, un factor alrededor de 17. Median- te programas especiales de cálculo, se puede determinar de antemano el efecto de las garras pendulares. Puesto que las mordazas se adaptan a la pieza, pueden conseguir una compensación dentro de un rango de tolerancia geométrica, por ejemplo en una pieza de hierro. Lo más idóneo sería que las garras pendulares se utilicen para el acabado final o en superficies premecani- zadas. Con el fin de permitir altas velocidades, deberían ser lo más ligeras posibles. Comparado con el amarre convencional por 3 pun- tos, el de 6 puntos mejora la concentricidad hasta un factor 17. tecnología