ROBÓTICA COLABORATIVA medida instalar estaciones de trabajo con robots colaborativos, ahora se buscan «aplicaciones que sean realmente útiles» en tér- minos de robótica colaborativa, como, por ejemplo, en las que la interacción entre la persona y el robot «realmente» ofrezca beneficios. El objetivo no consiste en introducir la robótica colaborativa a toda costa, sino en encontrar la solución robótica adecuada para la aplicación adecuada. Seguridad Por ejemplo, la evaluación de la seguridad en las estaciones de trabajo robotizadas se subestimó enormemente al principio. Mientras tanto, el sistema de normas con la DIN EN ISO 10218- 1, la ISO TS 15066 y la DIN EN ISO 13849-1 se ha desarrollado notablemente, incluyendo en materia de interacción segura entre humano y robot. Actualmente ya no hablamos de un robot seguro, sino de una aplicación segura. Para cada estación de trabajo colaborativa debe realizarse una evaluación de seguridad individual; un órgano certificado valora individualmente no solo el robot, sino la estación de trabajo en su totalidad (la posición, las direcciones del movimiento, las velocidades, las pinzas/las herramientas, las piezas de trabajo, el dispositivo y la tecnología de seguridad). En muchos casos, incluso deben realizarse mediciones de fuerza de colisión com- plejas. El dinero que puede esperarse ahorrar en una valla de seguridad se suele acabar gastando en otro lugar... En la indus- tria, es bien sabido que el 80% de todos los robots colaborativos acaban detrás de una instalación de seguridad, en muchos casos, una valla de seguridad. Tiempo de ciclo Si una persona va a trabajar con el robot, surge la siguiente situa- ción desde el punto de vista del robot: mientras la persona está presente físicamente, el robot debe trabajar despacio, es decir, a una velocidad limitada de seguridad, lo cual genera tiempos de ciclo cortos y suele interferir con la amortización del proyecto. Muchos modelos de robots colaborativos del mercado son tan pequeños y lentos y pueden mover cargas tan reducidas, que es imposible que planteen ningún riesgo para las personas, en lo que a su diseño se refiere. No son robots industriales diseñados para que se usen de forma continua durante años a máxima velo- cidad y en los tres turnos de una jornada. Pero ¿cómo puede ser seguro un robot y, al mismo tiempo, familiarizarse casi tan rápido como nosotros con respecto a la robótica clásica? La respuesta es un robot colaborativo «híbrido»: un auténtico robot industrial que puede trabajar a gran velocidad por una parte, pero que, por otra, reduce su velo- cidad operativa hasta un nivel seguro en cuanto una persona se encuentra presente en la estación de trabajo. Lo importante aquí es calcular el tiempo de interacción entre robot y humano en relación con el tiempo de ciclo total durante la planificación. Las interrupciones de este tipo, según las fases de tiempo, también se dan en la planificación de los sistemas robóticos clásicos que cuentan con un controlador robótico seguro. Este tipo de sistema también puede funcionar sin una valla de seguridad. La única diferencia es que el robot industrial clásico debe permanecer en una posición segura si hay una per- sona presente, mientras que el robot colaborativo híbrido sigue trabajando de forma lenta y segura. La tecnología de seguridad estándar se utiliza para detectar si una persona se encuentra presente o no (por ejemplo, con un escáner de seguridad por láser, una cortina de seguridad o una esterilla). Esta tecnología es necesaria en muchos proyectos (con robots colaborativos o no) para detectar los peligros que puedan plantear las piezas, las pinzas y las herramientas de trabajo. Por tanto, puede utilizarse también para cambiar el modo del robot. La robótica colaborativa no sustituirá a la clásica, sino que la complementará. 59