Las cámaras termográficas de mano y automatizadas supervisan la integridad estructural de las vasijas utilizadas para transportar hierro fundido. Los sistemas automatizados pueden rastrear y supervisar equipos específicos, lo que permite tomar decisiones informadas sobre el mantenimiento, basadas en los cambios de la capa refractaria a través del tiempo. Cámara térmica Flir A315 Por la efectividad del sistema Cira se centra en una termografía fia- ble y por haber trabajado con cámaras Flir durante más de 15 años, ANT Automation decidió integrar la Flir A315 en esta plataforma. Con una resolución de 320 x 240, la A315 ofrece 76.800 puntos de datos únicos y puede detectar diferencias de temperatura de solo 50 mK. Sus capacidades de transmisión en alta frecuencia pueden conseguir imágenes de 16 bits de fotograma completo hasta a 60 Hz y puede controlarse totalmente con un PC, y con la carcasa adecuada, la A315 soporta hasta el duro entorno de una acería. "Recomendamos las cámaras Flir", comenta Barreiro. "Son robus- tas. Trabajan en muy distintas condiciones y la forma en que transmiten los datos es muy cómoda". Los clientes instalan Cira y otros sistemas de supervisión con- tinuada por diferentes motivos, algunos tan simples como un precio más bajo en las primas de los seguros. Ya sea para mejorar los procesos de mantenimiento o para proteger mejor los equi- pos cercanos, muchas plantas que adoptan las plataformas han sufrido fugas en el pasado. Para Barreiro, eso es demasiado tarde. "Necesitamos evitar que se produzca por primera vez".• CASO DE ÉXTIO Barreiro le preocupa la baja frecuencia de inspecciones manuales. "Es un muestreo de la planta. La probabilidad de detectar un punto caliente es muy baja". Que pasen varios días entre cada inspección puede no ser un problema para muchos sectores, pero tener una pre- caución extra es vital cuando las consecuencias tienen que ver con hierro fundido descontrolado, especialmente cuando la sobrecarga de material se produce rápidamente. "Podríamos estar funcionando con normalidad y que se rompa un ladrillo refractario. Un punto caliente puede producirse en menos de un minuto", añade Barreiro. Identificar rápidamente puntos calientes en cucharas o torpedos de fundición exigiría varios operarios a tiempo completo en áreas de alto riesgo de la planta, condiciones que convierten la supervisión térmica continuada manual en una tarea costosa y peligrosa. Termografía ininterrumpida En lugar de conformarse con inspecciones térmicas poco frecuentes, las acerías pueden supervisar de manera continuada cada cuchara y cada torpedo de fundición integrando sistemas de visión artificial. La plataforma 'Cira' (siglas en inglés de análisis continuado de infrarrojos) es "totalmente automática" y "no requiere la inter- vención humana", comenta Barreiro, explicando que el sistema es capaz de rastrear y supervisar de forma autónoma equipos especí- ficos. "Podemos detectar un punto caliente en las fases tempranas analizando y rastreando el historial de una cuchara de fundición". Cada cuchara tiene una identificación única y se toman imágenes de ella desde varios ángulos durante cada uso. Los datos históri- cos proporcionan información sobre cualquier área problemática, mientras que el sistema diferencia entre la formación de puntos calientes y salpicaduras, derrames o reboses habituales. "Puede haber derrames y chispas en cualquier momento. No suponen un problema, en estas operaciones hay muchos reboses y salpicadu- ras. Nuestro sistema reconoce la actividad normal de la planta sin provocar interferencias", comenta Barreiro. Cira funciona en la red existente de la planta y depende de varias cámaras térmicas Flir para supervisar toda la superficie de una cuchara o un torpedo de fundición. Los usuarios puede acceder a vídeo en directo, ver imágenes históricas y personalizar alar- mas desde un ordenador o dispositivo móvil. Con la detección temprana con Cira, los usuarios ganan tiempo para pensar en las opciones de mantenimiento. "Recibirán un correo electrónico cada vez que se detecte un punto caliente, incluido el número de cuchara de fundición, el número de colada, las imágenes térmicas... Todo. No hace falta estar observando todo el tiempo. La alerta les llegará al smartphone". Detectar un punto caliente de forma temprana puede permitir que se complete una colada, mientras que una cuchara que muestre signos de fallo exigirá la transferencia inmediata de su contenido a un equipo que esté en buen estado estructural. Barreiro cree que esta información crear valor más allá de la pre- vención de fugas. "Puede optimizar las zonas refractarias y entender mejor el perfil de la cuchara de fundición. Tendrá más información para mejorar el proceso". Sus clientes comparten esta opinión. Está empezando a ser normal que los usuarios de Cira instalen el sistema con varias cámaras, para ampliar el número unos meses después. "En estas plantas se pusieron dos cámaras, luego cinco, luego diez... Eso demuestra la importancia de esta supervisión". 67