FORMACIÓN El estudio, que se basa en una encuesta realizada a 800 directivos y 1.200 empleados de más de 400 grandes organizaciones (2), pone de relieve la importancia de los programas de mejora de com- petencias de la plantilla (también, programas de upskilling) para conseguir incrementos de productividad y ahorros. Así, una empresa con una plantilla igual o superior a 50.000 trabajadores, madura tanto en la adopción de tec- nologías de automatización como en la implantación de programas de mejora de competencias podría conseguir ahorros de unos 90 millones de dólares más al año frente a las empresas que, aunque maduras en esta tecnología, no acometen planes de actualización de competencias. La automatización no alcanza las expectativas de incremento de la productividad Entre las razones por las que las empresas emprenden iniciativas de automatización, la más compartida es la mejora de la calidad (señalada por el 43%), seguida de la mejora de la productividad de la plantilla (un 37%). Sin embargo, para el 58% de los directivos y el 54% de los empleados la automatización todavía no ha propiciado el aumento de la productividad en su organización. Esta percepción se acusa especial- mente en Suecia, Estados Unidos y China, donde el 66%, el 64% y el 61% de los directivos, respectiva- mente, así lo consideran. En general, la visión de los empleados es muy coincidente con la de los directi- vos a este respecto, salvo en India, China y Francia. 49 Portada del estudio Upskilling your workforce for the age of the machine. La mejora de las competencias materializa los beneficios de la automatización e incrementa la motivación y retención de los empleados El optimismo sobre el impacto de la automatización es mayor entre las organizaciones que ya han avanzado en la implementación de programas generales de adecuación for- mativa y funcional para los trabajadores. En estos casos, la mayor parte de los empleados (52%) y una alta proporción de directivos (46%) consideran que esta tecnología está mejorando la productividad (3), frente a solo el 42% de los empleados y el 35% de los ejecutivos que así lo consideran, respectivamente, en las organizaciones que todavía no han emprendido estos programas. Las ventajas no redundan solo en la productividad: los emplea- dos de empresas que ya realizan programas de actualización de habilidades a gran escala se muestran más positivos que aquellos de compañías con cuyos programas están aún en fase inicial. Las diferencias en las opiniones de los trabajadores se muestran en aspectos como la progresión profesional (76% frente a 60%), la motivación (48% frente a 33%) y el desem- peño de nuevas responsabilidades (57% frente a 46%).