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ENTREVISTA 36 Hay pues muchos profesionales diversos y esto, personalmente, creo que es positivo porque nos brinda distintas visiones. Actualmente, las intervenciones en el Patrimonio se realizan desde un punto de vista más amplio, como en el caso de la reversibilidad que puede tener una determinada actuación. Se trata de un elemento innovador porque, evidentemente, la arquitectura del movimiento moderno y la racionalista de postguerra ha sido capaz de ser una arquitectura muy respetuosa con la tradicional. Pero es indiscutible que nos interesa atraer a jóvenes a la agrupación. Actualmente, somos alrededor de 300 miembros, entre arquitectos y otros profesionales, y nos interesaría, para tener más entidad y regenerarla, contar con una serie de estudiantes que ahora están saliendo de la carrera y que están interesados en trabajar en Patrimonio y especialmente en empresas. Otro de los aspectos que más nos interesa, sobre todo en temas de construcción, sería la realización de sesiones sobre materiales y/o productos que pudieran tener interés en la restauración. Por ejemplo, en el caso de los moteros de cal tradicional nos estamos dando cuenta que en muchos centros históricos se utiliza un sistema de monocapa basado en Cemento Portland, para evitar problemas de mantenimiento y para no llegar a la tercera vía, más drástica, de repicar el mortero y dejar la piedra vista… este tema se ha generalizado en muchas obras del catálogo de Patrimonio y consideramos que se están realizando auténticos ‘desastres’ en conjuntos históricos con motivo de estos trabajos poco correctos. Sería una buena vía desde AADIPA tener entrada a estas empresas que trabajan con materiales específicos para la restauración, para que tengan mayor fluidez en su comercialización y la diversificación de sus productos en un entorno propiamente de Patrimonio. ¿Cuál es vuestra misión en la actualidad? Ahora nos encontramos que la salida laboral tras la Universidad es, principalmente, una salida genérica por mucho que ya puedan existir las especialidades. Además, por otro lado, aun se considera una formación elitista la de arquitecto. Así que la visión actual que percibimos desde la agrupación, y del propio Colegio de Arquitectos, es que los jóvenes no se colegian con la voluntad de participar de las actividades de un colegio profesional, a no ser que tengan ya obras encargadas que requieran el visado como elemento obligatorio ¿Por qué pasa? La primera idea que tienen los arquitectos acabados de titular es poder tener su propio despacho. Es por ello que nos posicionamos y acompañamos a estos jóvenes mediante mecanismos como la reducción de la cuota u ofreciendo cursos de formación, a través de nuestra escuela profesional, la Escola Sert. En paralelo, también se realizan sesiones de debate sobre temas de actualidad sobre Patrimonio. No actuamos como una formación reglada, pese a que el Cursillo ya otorga unos créditos ECTS, pero sí que nos interesa ofrecer las herramientas para que, en caso que tenga su propio despacho o trabajando por cuenta ajena, puedan ampliar su conocimiento con esta actividad más cultural y conocer cómo se trabaja e interviene en el Patrimonio. El sector empresarial es ya consciente que el Patrimonio es un valor y que es rentable invertir en él. Por el contrario, en la práctica profesional de la arquitectura aparecen nuevos usos, se aplican nuevas tecnologías y también existe el reto medioambiental. De este modo, un edificio que se construyó en el siglo XIX, donde aun no existía una CTE, su restauración plantea indudablemente puntos de fricción. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Cuáles son los retos de futuro en este campo? A nivel de temas detectados, tenemos que ver cómo implementamos las nuevas tecnologías a las normativas actuales en el tema del Patrimonio. La Protección contra Incendios es un ejemplo, pero también el tema de la climatización o de la instalación de placas fotovoltaicas. Hago un paréntesis, para añadir a la entrevista que una de las ventajas de la AADIPA es que ya no estamos hablando solo de intervenciones concretas en un edificio, sino también en conjuntos históricos y la incidencia que ello tiene en ellos. Quien se apunta a la AADIPA no solo va a ver la restauración o la intervención sobre un edificio arquitectónico, sino también sobre un marco urbano y paisajístico más general. Para nosotros una intervención paisajística, como ha sido el Paraje de Tudela en Cap de Creus, también nos interesa. Actualmente, también nos interesa cómo se reflejan las medidas medioambientales en su incorporación a la arquitectura tradicional, sin dañar sus elementos identitarios. Estamos hablando de las placas fotovoltaicas que empiezan a aparecer en los centros históricos, que En la mayoría de ocasiones, una actuación sobre el Patrimonio permite recuperar la fachada de un edificio, pero también es importante recuperar su interior.

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