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ENTREVISTA 43 Se cumple un año del fallecimiento de Ricardo Bofill. ¿Cómo ha sido para RBTA este último año, cómo ha afectado su desaparición? Pablo Bofill- Por supuesto, él era el marco referente del taller y su ausencia nos ha cambiado. Este año que acaba de pasar ha sido extremadamente duro. Nadie puede prepararse nunca a la muerte de un padre y, a la vez, fundador del despacho, por lo tanto, a todos los que integramos RBTA nos ha afectado, de una u otra manera. A la vez, su ejemplo ha sido un motor, porque Ricardo murió trabajando, el último día de 2021 que pudo lo hizo durante doce horas y las últimas conversaciones que tuvimos fueron sobre trabajo. Él vivía por este lugar, por el equipo, por el Taller, por lo que no solo ha influenciado, sino que ha sido un motor para tratar de estar a la altura de la exigencia que teníamos. Como hijo, yo tenía la doble pena, su muerte y la posible desaparición del despacho, porque no estaba nada clara su continuidad. No se había hecho una preparación estratégica -tampoco queríamos hacerla- acerca de cómo iba a funcionar el despacho sin la figura de su creador, cómo se iba a organizar quién iba estar al frente. Más allá de la tristeza y el dolor, había un equipo que estaba trabajando, que había tomado la decisión de juntarse con Ricardo cuando ya era mayor, asumiendo el riesgo de su posible muerte y la desaparición del despacho. En mi caso, tenía la responsabilidad de poder dar una segunda vida a todo el equipo. Por lo tanto, ha sido un año de un gran compromiso. Hemos tenido la suerte de ganar muchos concursos y proyectos y, de alguna forma, de llevar al despacho a una escala que era la que le gustaba a Ricardo y la razón por la que trabajaba. Esta situación que estamos experimentando ahora nunca la habíamos vivido en el Taller, por la magnitud que ha cogido el despacho y la complejidad y calidad de los proyectos que estamos trabajando. Creo que estaría orgulloso y contento por la situación en la que nos encontramos y muy feliz de participar en el Taller tal y como está hoy. Pero a la vez existe un sentimiento de tristeza y frustración por no haberlo vivido dos años antes: ¿por qué hemos tenido que vivir tantas crisis, problemas y falta de trabajo en los diez años que precedieron a su muerte y por qué este momento tan extraordinario justo después? ¿Cómo era trabajar con Ricardo Bofill? Quizás había un funcionamiento muy piramidal, con una figura deslumbrante que marcaba la trayectoria. PB- Aunque desde fuera pudiera haber esta percepción, no es cierto que fuera así. Ricardo, por supuesto, tenía una mirada sobre todo lo que se hacía en el Taller y dictaba un criterio general, pero también creía en el talento y la inteligencia de sus colaboradores y había cierta libertad. Dimitri Davoise- Con Ricardo no había una relación piramidal, pero sí que era el punto de referencia del despacho, todo giraba alrededor de él. Teníamos la suerte de tener cada día discusiones sobre arquitectura y al final siempre nos daba una dirección que seguir. Además, teníamos la libertad de aplicar la creatividad y de desarrollar nuestro pensamiento, pero siempre con él como referencia. La forma de trabajar con él se fundamentaba en el diálogo. ¿Qué papel tenía Ricardo Bofill en los proyectos? PB- Tenía la última palabra y marcaba una dirección. Pero lo que le interesaba más era el proceso intelectual, La entrevista con iARQCO se celebró en la sede de RBTA.

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