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OPINIÓN 50 JLZ- Esto implica contar con peritos arquitectos acreditados. Si ponemos un símil con la medicina, no es lo mismo ir a un médico que te atiende en cincominutos y sin hacerte ninguna prueba, que acudir a otro que te atienda el tiempo necesario, que te pueda reconocer por completo y que te diagnostique con todas las analíticas y pruebas necesarias. Hay dos mercados diferentes. Me consta que hay arquitectos peritos colaboradores de compañías aseguradoras que ponen toda su entrega y ofrecen un valor social que supera enmucho los honorarios que perciben. Pero es triste que una parte de la población no pueda acceder a un perito que pueda dedicar el tiempo realmente necesario a su caso, cuando en realidad el coste total que se gasta entre todos lo permitiría. OM- Si realmente existen estos valores tan claros en cuanto a rehabilitación energética, ¿cómo es que no han empezado a surgir empresas de gestión energética para comunidades de viviendas? En el País Vasco hay empresas que rehabilitan y hacen la gestión energética del edificio. Esto que comentas lo vi muy claro con la Ley estatal 8/2013, de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas, la Ley de las 3R. Era muy evidente que el camino a seguir era este, las oficinas de rehabilitación pondrían el dinero al alcance y después otros profesionales se encargarían del proyecto ejecutivo. Sin embargo, no hubo una inyección real de dinero. El Plan Estatal de Vivienda apenas daba ayudas por vivienda de entre 3.000 y 5.000 euros, que además tributaban. Cuando la ayuda tributa, parte de la población queda fuera de juego, porque en un primer momento recibirá la ayuda, pero después no podrá pagar los impuestos derivados. Desde el Ministerio (Mitma), en colaboración con el CSCAE, en aquél entonces presidido por el difunto y añorado Lluís Comeron, vieron que si se hacían tributar las ayudas no se llegaría a ninguna parte. Esta es la gran diferencia con las ayudas de los NG, que no tributan, y así se abre la puerta a las rentas más bajas. Además, la cuantía ha cambiado mucho. De 3.000 o 4.000 euros se ha pasado a una cuantía mínima de algo más de 6.000 en los NG si se llega al 30%de ahorro en gasto energético, pero si se llegara al 80% son 18.000 euros. Es verdad que en los NG el argumento central es la energía, mientras que en el plan estatal de vivienda las ayudas se repartían entre la accesibilidad, la estructura y la eficiencia energética. En el caso de los NG no hay subvenciones para la estructura y lo que se puede emplear en esta partida viene de lo que sobre de la aportación para la eficiencia energética. Esto hará que en algunos casos no tenga sentido rehabilitar los edificios. A pesar de todo, entre que la cuantía es mayor, que no tributa, que la parte que aporta el cliente también desgrava, aunque poco, y que, sobre todo, que a pesar de lo jugoso de la zanahoria después viene un bastón en forma de sanciones o limitaciones a la compraventa, es un plan de ayudas que espero que tendrá éxito. Además, la sociedad se ha concienciado más acerca del cambio climático y la eficiencia energética. En 2013 no se tenía el mismo grado de concienciación que el que se tiene ahora. Y todo el mundo ha visto el incremento reciente de la factura de la electricidad y del gas. Ya sea por una conciencia de planeta o porque el precio de la energía es intocable y que dependemos de países suministradores que no son precisamente estables, es una gran razón para decidir que cuanta menos energía gasten nuestros edificios, mejor. OM- ¿Dónde reside entonces el problema? Creo que hace falta salir de detrás del mostrador de las oficinas de rehabilitación públicas y de colegios profesionales. Es necesario llegar a las casas, también a las que tal vez no escuchen este tipo de noticias. Explicar en el registro de lenguaje adecuado a cada caso para que el mensaje llegue. Acompañar, que es a lo que se comprometió España con el Componente 2 del Plan de Transformación y Resiliencia. Llamar a las puertas, hablar con los responsables de las fincas, con cada vecino, es difícil, pide una gran tarea de organización y perseverancia, y a la vez es, a menudo, agradecido, y en todo caso, imprescindible para mover la rueda de la rehabilitación. En el Decreto 853/2021 había previstos 800 euros por vivienda rehabilitada en base al programa 3 para sufragar estos costes de acompañamiento y los de gestión. A la práctica, no se están empleando en salir del despacho, y esto repercute en que de momento, la demanda de los FNG no es tan intensa como sería deseable. Espero, deseo, que se replantee la destinación de este fondo económico y se organicen debidamente a los profesionales formados para esta tarea, para salir ganando todos. OM- Poniendo como símil el mundo del automóvil, en las ITVno se hacen simulaciones, sino comprobaciones y mediciones, y si algo no funciona correctamente es obligatorio cambiarlo y volver a presentarse. Quizás no podamos hacer esto con todas las viviendas, pero con una parte de ellas, sí. Uno de los problemas que tiene ahora el usuario es que una cosa es lo que le indica la etiqueta energética de su vivienda y otras son las facturas. Y cuando a la gente no le cuadran las cosas, no da valor a estas etiquetas. Este ha sido uno de los grandes errores de la certificación energética durante todo este tiempo, que al usuario le cuesta mucho ver la correspondencia de una letra a una

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