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55 REHABILITACIÓN EL AMIANTO NO ES NINGUNA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA Incombustible;muybuenaislante térmico y acústico; alta resistencia a las altas temperaturas y a los efectos del paso de la electricidad, abrasiónymicroorganismos… Comenzado a utilizar industrialmente en el año 1880 –aunque, en el caso de España, el periododemáximouso sedio entre los años 1960 y 1984-, el amianto estuvo considerado, durante mucho tiempo, el material perfecto para ser empleado por industrias de los sectores químico y de la construcción. Sin embargo, y a pesar de lo extendido de su uso, durante muchos años –e incluso siglos (Carlomagno gustaba cubrirse con una túnica tejida con este material para aparecer y desaparecer entre las llamas y así impresionar a amigos y enemigos), los efectos perniciosos del empleo de amianto eran conocidos desde la Antigüedad (Plinio el Viejo describió, en el siglo I después de Cristo, cómo los esclavos que tejían el amianto morían prematuramente de enfermedades pulmonares). VERSÁTIL, BARATO… Y CANCERÍGENO Pese a tener conocimiento de los peligros del amianto, la Europa de después de la Segunda Guerra Mundial necesitaba materiales de construcción, rápidos, económicos y fáciles de emplear. Durante mucho tiempo, se valoraron más las ventajas de su uso que sus perjuicios para la salud. Así sucedió hasta que, en el año 1977, la Organización Mundial de la Salud calificó el amianto como elemento cancerígeno. Fue entonces cuando, poco a poco, autoridades de diferentes países procedieron a impedir sus diferentes usos. En el caso de España, se comenzó por ilegalizar el empleo de las variedades más perjudiciales: el amianto azul (prohibido en 1984) y el amianto marrón (proscrito en 1993). El veto total, y definitivo, a la fabricación y comercialización de la última variedad, hasta entonces permitida, de amianto –el crisolito- no entró en vigor hasta diciembre de 2002. Dicha prohibición ocurrió tras la aprobación de la Ordenministerial del 7 de diciembre de 2001, por la que se modificó el anexo I del Real Decreto 1406/1989, de 10 de noviembre, sobre limitaciones a la comercialización y al uso de ciertas sustancias y preparados peligrosos. Actualmente, y según la legislación vigente, tan sólo existe obligación de sustituir el amianto cuando el material esté deteriorado, roto o a partir del momento en el que haya alcanzado el máximo de su vida útil, 30 años. CERO AYUDAS En cuanto a la petición de ayudas públicas para retirar elementos que incluyan amianto, en sí no existen. Lo que sí se puede solicitar, y para lo que sí hay contempladas ayudas estatales, autonómicas y municipales, es para casos de rehabilitación, reformas y mejora de construcciones, cuando los trabajos incluyan retirada de elementos contenedores de amianto –por ejemplo, un tejado de uralita-. El problema de la no existencia de subvenciones directas es que retirar el amianto es muy caro y, ante la falta de ayudas directas, familias y obreros quitan y manipulan los materiales bajo su propio riesgo, a veces escondiéndolo o tirándolo, sin ser vistos, en cualquier contenedor de basura. Eugenia Moreira es investigadora y autora del estudio 'Exposición al asbesto (amianto) en trabajadores de la construcción y su relación con la saludpulmonar'. En su investigación, Moreira señala que “las fibras de asbestos provocan diferentes enfermedades, principalmente por inhalación, como cáncer de pulmón, mesotelioma y asbestosis. La contracción de estas enfermedades depende de la concentración de las fibras presentes en el aire, la duración y frecuencia de la exposición, el tamaño de las fibras inhaladas y el tiempo transcurrido desde la exposición inicial”. CENTENARES DE EMPRESAS TÓXICAS En cada comunidad autónoma española existe lo que se llama Registro de Empresas por Riesgo de Amianto (RERA). Estos organismos se ocupan de tomar nota de cualquier empresa cuyos empleados se vean expuestos a la toxicidad del amianto. Precisamente, por este motivo, el Estado español ya ha sido expedientado por la Unión Europea, en diversas ocasiones, por incumplimiento medioambiental. Depósitos de agua de fibrocemento.

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