el producto directamente en campo, así como en los puntos de recepción y procesado del producto en la industria. “Los resultados han sido muy positivos”, afirma Dolores Pérez Marín. “Demuestran la capaci- dad de esta tecnología para el análisis de hortalizas directamente en campo o en la industria, tanto para determinación de características relacionadas con la calidad como con la seguridad alimentaria”. Respecto a la calidad, se han estudiado el contenido en sólidos solubles del producto, que permite planificar la fecha óptima de cosecha cuando se detecta que se ha alcanzado el nivel adecuado. Por otro lado, también se ha analizado el contenido en nitratos, lo cual permite establecer las dosis de abonado apropiadas para el cultivo y es de gran interés para la seguridad alimenta- ria del producto, ya que existe una normativa europea que establece el contenido máximo de nitratos pre- sentes en hortalizas en función de si su destino es la alimentación infantil, el consumo en fresco o el pro- cesado industrial. El estudio concluye, por tanto, que la espectroscopia NIRS presenta unas características óptimas para dar respuesta a las necesidades actuales de control de calidad del sector agroalimentario. Es rápida, precisa, no contaminante, de bajo coste y no destructiva. “De hecho, este conocimiento está siendo objeto de gran interés por parte del sector y existe ya una empresa que está utilizando esta tecnología trans- ferida por la UCO”, comenta la investigadora. El equipo sigue avanzando en el uso de nuevos instrumentos y aplicaciones en otros productos ali- mentarios. El uso de la tecnología NIRS en el sector agroalimentario es un tema muy novedoso que puede revolucionar los sistemas de control de calidad. En concreto su utilización como método no dirigido, aproximación en la que no se busca un compuesto concreto, como en los análisis de laboratorio tradicio- nales, sino que se busca si el producto es distinto a los estándares establecidos, permitiría sin duda adelan- tarse a crisis alimentarias futuras.• Lola Pérez Marín, Irina Torres y María Teresa Sánchez, son las investigadoras del estudio. 67 INDUSTRIA 4.0