SEGURIDAD ALIMENTARIA Tipo desperdicio Disponibilidad Componente valorizable % en el desperdicio Aplicación anual (miles de t) 50% Cutina y Piel de tomate 200 Cutina, licopeno 0,05% Licopeno y carotenoides y carotenoides Envase (biopolímeros) Alimentos Medio cultivo para la producción de microorganismos Planta de tomate 7.000 Lignocelulosa 100 Compostaje y fertilización. Biogas Producción de jugo del almidón de patata 65 Proteínas 3 Alimentación, compuesto para biomateriales Pulpa de patata 65 Fuente de nitrógeno y 10-30 Medio de cultivo para microorganismos carbono de interés industrial Producción de almidón de patata 140 Pulpa 20 Medio de cultivo para microorganismos de interés industrial Piel de patata 30 Fibras Envases Piel de patata 30 Ingredientes activos 0,1 - 0.4 Alimentos Piel de patata 30 Aromas 0.5 - 3 Alimentos Olivo: orujo y hojas 6.400 Compuestos fenólicos 0,2 - 2,4 Alimentos Olivo: orujo y hojas 6.400 Fibras 52 - 60 Fibras para biocomposites Olivo: orujo y hojas 6.400 Carbohidratos solubles 5 - 10 Alimentos Cereales: cascarilla 2.500 Celulosa 30 - 40 Biopolimeros para envasado Envases para plantas u otras aplicaciones Cereales: Salvado 55.000 Biopolímeros de Micelios 100 que no entren en contacto directo con el alimento – envases secundarios Cereales: Salvado 55.000 Ingredientes alimentarios de 25 - 35 Medio de cultivo para microorganismos la celulosa y el almidón de interés industrial Cereales: Salvado 55.000 Ácido ferúlico 0,02 - 1,5 Alimentos, envases (biopolímeros) Cereales: Salvado 55.000 Residuos fibrosos 40 - 50 Biocompuestos, Tabla 1. Ingredientes obtenibles y porcentajes de éstos en el subproducto. 45 nen cantidades significativas de compuestos valiosos y generan un coste de miles de millones de euros en la gestión de residuos. Procesar los subproductos y desperdicios agroalimentarios para generar nuevas alternativas El proyecto Agrimax ha desarrollado dos biorrefine- rías piloto (en Lleida, y en Canneto sull'Oglio, Italia), además de una ya existente, para el procesado de estos desperdicios, generando desde aditivos o componentes básicos para biopolímeros aromáticos a nuevas fibras celulósicas para ser utilizadas como aditivos en alimentos, envases, fibras naturales, reves- timientos para envases metálicos, antibacterianos o antioxidantes como aditivos para alimentos y envases, proteínas y carbohidratos solubles como alimentos. Estos compuestos obtenidos se aplicarán en: • Envasado: envases bioplásticos flexibles y rígidos, envases activos y de barrera, recubrimientos de base biológica para envases metálicos, biocompuestos, así como envases secundarios. • Alimentación: aditivos, ingredientes, recubrimientos, como medio de cultivo para microorganismos utili- zados en la elaboración de alimentos y en productos alimenticios mejorados o enriquecidos. • Agricultura: bioplásticos que incorporan fertilizantes para ser posteriormente triturados e incorporados al suelo y biofertilizantes avanzados derivados de dese- chos con propiedades bioestimulantes y de biocontrol. Es importante destacar que Agrimax está desarro- llando también una plataforma de software integrada para facilitar la cooperación entre los suministrado- res de producto, los procesadores y sus clientes a lo largo de esta nueva cadena de valor. El proyecto tiene, pues, una componente de economía circular, al reutilizar desechos en la propia generación de nue- vos alimentos y en su envasado, siendo uno de sus objetivos la de desarrollar y demostrar la viabilidad técnica y económica de los biocompuestos obtenidos. Para ello el proyecto ha diseñado dos nuevas plantas piloto (biorrefinerías), flexibles y modulares, basadas en tecnologías asequibles, para procesar una amplia variedad de materias de deshecho y poder procesar, así, múltiples materias primas para hacer frente a las fluctuaciones estacionales de disponibilidad y calidad, mejorando la eficiencia y el rendimiento mediante la optimización y el seguimiento de los procesos. 'Nuevas' materias primas y sus aplicaciones Los diferentes subproductos o residuos que se estu- dian en Agrimax generan la posibilidad de recuperar una serie de ingredientes funcionales, compuestos bioactivos, materias primas recuperadas, etc., siendo sus aplicaciones muy diversas, tanto en la propia industria alimentaria como en otros sectores como el cosmético o el farmacológico, por citar algunos. En el caso del tomate, la producción europea supera los 15 millones de toneladas, lo que conlleva unas 205.000 toneladas anuales de residuos procedentes