lugares húmedos, en donde la presencia del agua y humedad al ser buenos conductores constituyen un factor agravante de este riesgo. Además de estas precauciones, las tomas de corriente dotadas de interruptores de circuito de avería por puesta a tierra son eficaces en la protección frente a las descargas eléctricas. Una clasificación eléctrica adecuada de los entornos peligrosos es esencial. Con frecuencia, los sazonadores, los extractos y los polvos inflama- bles, como los de cereales, almidón de maíz o azúcar (considerados como alimentos y no como productos químicos peligrosos) pueden requerir el empleo de equipo eléctrico catalogado para eliminar el riesgo de ignición durante los desajustes y las desviaciones de los procesos. Como norma general, la instalación deberá ejecu- tarse de acuerdo a la reglamentación vigente. La instalación eléctrica debe cumplir con los requisitos especificados en el Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electro- técnico para baja tensión. En las baterías de carretillas elevadoras eléctricas se recomienda utilizar barreras o envolventes en los bornes de las mismas y evitar dejar elementos metá- licos encima. Los cuadros y armarios eléctricos de los equipos y la maquinaria solo serán manipulados por personal autorizado y formado para ello. Deberán estar dotados de dispositivos diferenciales de alta sensibilidad que protejan al trabajador de posibles derivaciones y deben disponer de tapa protectora y de señalización de riesgo eléctrico así como de la identificación correspondiente a los diferentes circui- tos que lo componen. Exposición a sustancias nocivas o tóxicas: además de las partículas en suspensión en el aire generadas en por la manipulación en los alimentos la inhalación de sustancias nocivas o y tóxicas que se utilizan como como reactivos, refrigerantes, fumigantes y esteriliza- dores pueden provocar trastornos respiratorios y de otros tipos. Tales sustancias se encuentran en estado sólido, líquido o gaseoso y la exposición a ellas a nive- les similares o superiores a los límites reconocidos suele dar lugar a irritación de la piel y de los ojos y a enfermedades respiratorias. Las migrañas, la saliva- ción, la irritación de la garganta, la transpiración, las náuseas y los vómitos son síntomas de intoxicación debida a la sobreexposición. Exposición a radiaciones: la radiación ionizante o de baja energía, se emplea en la industria alimenta- ria, para la estetización aumentando considerable de la vida útil de numerosos alimentos, aunque, la esterilización de conservas mediante radiación exige la aplicación de dosis tan elevadas que se generan sabores y olores desagradables. También se emplea con otros dos fines: el control de envases de alimen- tos realizados con materiales ajenos y la supervisión, y para detectar casos de llenado incompleto. 35 PRODUCCIÓN En el sector de la fabricación de alimentos, son muy altos los riesgos de contaminación e infección de los productos provenientes del personal empleado a cargo del proceso de fabricación. Crédito imagen: DuPont Personal Protection. Los trajes Tyvek y Tychem previenen de la contaminación con partículas de polvo, bacterias, esporas y parásitos que transportan las prendas de uso corriente o que están presentes en el cuerpo humano. Los hipocloritos, ácidos (fosfórico, nítrico y sulfúrico), cáusticos y compuestos amónicos cuaternarios suelen utilizarse en las tareas de limpieza con productos líquidos. Crédito imagen: Calvatis GmbH. La esterilización por microondas es otro tipo de emi- sión electromagnética utilizada actualmente en la industria alimentaria. Se aplica en el descongelado rápido de ingredientes crudos congelados antes de proceder al resto de la elaboración, así como en el calentamiento de alimentos precocinados con- gelados en lapsos de 2 a 3 minutos. Es un método que, dada su baja pérdida de humedad, mantiene la apariencia y el sabor de los alimentos. En todos los