ADITIVOS 54 Pero, ¿cómo hacer para prescindir de los aditivos? Aunque es cierto que estas sustancias suelen generar controversia y no suponen interés nutricional alguno, también es verdad que pueden mejorar el sabor, la textura o el color de los alimentos y también garantizar su conservación. Pero, ¿cuáles son sus verdaderos efectos? ¿Cómo aclararse? ¿Qué certezas se pueden tener? La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha esta- blecido una lista de 400 aditivos autorizados. En las etiquetas de los productos figura, ya sea una E seguida del código del aditivo o sencillamente el nombre del mismo. En ambos casos, la E o el nom- bre del aditivo va precedido de su función: colorante, conservante, antioxidante, texturizante, etc. Autorizados, eso sí, pero no necesariamente inofensivos. Un aditivo combinado con otro u otros varios puede resultar sospechoso. Se trata del denominado efecto cóctel. Además, ciertas sustancias pueden despertar inquietudes a raíz de nuevos estudios científicos. Por ejemplo, ¿qué puede decirse del aspartamo? Este potente edulcorante artificial (E951) está autorizado, pero se sospecha que puede causar problemas de salud, desde dolores de cabeza hasta casos de cáncer. ¿Información o intoxicación? Ante la duda, Carrefour ha preferido retirarlo de sus recetas. Y ¿qué pasa con las nanopartículas como el dióxido de titanio (E171)? “En 2016, la asociación Agir pour l’environnement nos alertó de los problemas de este aditivo posiblemente cancerígeno, usado para blanquear o intensificar el brillo de los caramelos y de algunos hela- dos”, explica Cécile Gillard-Kaplan. La reacción de Carrefour no se hizo esperar: se suprimió. “El principio de la precaución es siempre prioritario”, añade Séverine Fontaine, directora de Calidad alimentaria en Carrefour. “En este sentido, ocurre a menudo que nos anticipemos a la normativa”. Es el caso del dióxido de titanio, que Carrefour suprimió en 2017 y cuya retirada de todos los alimentos ha dispuesto el gobierno de aquí a finales de 2018 (aunque de momento este aditivo seguirá estando autorizado en otros países europeos). Sin embargo, la supresión de un aditivo no es asunto fácil. “Requiere un arduo trabajo con los proveedores para encontrar soluciones alternativas”, explica Séverine Fontaine. “Para los colorantes se pue- den emplear extractos de jugos de frutas, pero en otros casos hay que orientarse hacia nuevos ingredientes, léase otros aditivos sin efectos cuestionables”. Sustituir los colorantes por extractos de jugos de frutas o verduras y retirar sencillamente el dióxido de titanio, es lo que hizo Carrefour, por ejemplo en el caso de los gusanitos Shiny’Acid: un caramelo cuya composición se modificó en junio de 2017 y que ahora aún es más sabroso El glutamato, que suelen incorporar los productos para aperitivo, es uno de los aditivos más difíciles de reemplazar. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con los nitritos presentes en el jamón. Actualmente, Carrefour está trabajando para que disminuyan o incluso se supri- man, pero este agente de conservación, fijador de color y aromas, también es un agente antimicrobiano. Suprimirlo podría resultar peligroso. Llegar a conciliar la fabricación industrializada de pro- ductos de consumo diario, accesibles para todos y que respondan a los requisitos de seguridad alimentaria, calidad nutricional y sabor, supone un largo camino. Por eso, además de estos 100 aditivos eli- minados, Carrefour está trabajando en la supresión o la limitación de otros 31 aditivos.•