Las aflatoxinas en los alimentos, incluyendo la leche, pueden dañar seriamente a los seres humanos, los animales y la reputación corporativa. 72 Tecnología de última generación para abordar las aflatoxinas en alimentos Las aflatoxinas en los alimentos, incluyendo la leche, pueden dañar seriamente a los seres humanos, los animales y la reputación corporativa. Pero el Grupo Nestlé en China y la planta de descascarado de cacahuete de mayor antigüedad en los Estados Unidos nos muestran cómo las máquinas clasificadoras láser pueden eliminar el riesgo. SEGURIDAD Tomra Sorting Solutions La contaminación de alimentos por aflatoxinas, que puede causar cáncer, preocupa a científicos y reguladores. La preocu- pación por los efectos de estos ‘venenos naturales’, expresadas a principios de este año por grupos de científicos, han proporcionado un claro recordatorio del riesgo para la salud de los consumidores y del riesgo comercial para las empresas alimentarias. Las aflatoxinas son un problema que se encuentra con mayor fre- cuencia en plantas cultivadas o alimentos almacenados en zonas de Asia, África y los Estados Unidos. Esto se debe a que las toxinas se originan en dos especies de hongos que favorecen los climas cálidos y húmedos. Sin embargo, en febrero de 2018, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) informó que también existe una creciente alarma por “los elevados niveles de aflatoxinas obser- vados por algunos productos alimenticios originarios de países europeos”. Pronto la EFSA realizará su primera evaluación de ries- gos completa de aflatoxinas en más de una década. Esta alarma no resulta sorprendente. Las aflatoxinas son 68 veces más letales que el arsénico y son capaces de dañar seriamente los hígados de humanos y animales. Las aflatoxinas pueden causar fiebre, malestar general y anorexia, seguidos de dolor abdominal, vómitos y hepatitis. Peor aún, la toxicidad crónica de las aflatoxinas puede reducir la eficacia inmunológica y desencadenar el cáncer, por lo que están clasificadas por la Organización Mundial de la Salud como un carcinógeno del Grupo 1. Se sabe que la exposición a alimentos contaminados con aflatoxinas ha causado cientos de muertes en India y Kenia, y muchas muertes más probablemente no hayan sido denunciadas. Incluso en Europa, donde existen normas estrictas sobre inocuidad de los alimentos, varias naciones informa- ron en 2013 que la leche estaba contaminada por aflatoxinas. El tipo más venenoso de aflatoxina es el B1. Se produce natural- mente en una amplia gama de alimentos. Este hongo infecta cultivos de cereales como el trigo, además de nueces de nogal, maíz, algodón,