28 ENTREVISTA controlada tiene futuro. El incremento en los últimos años del consumo de productos congelados y refrigerados en toda Europa ha sido constante y no parece que decaiga. En este marco parece que la optimización viene de la mano de la aplicación de nuevas tecnologías, específica- mente robótica y mecanización; la reducción de consumo energético; la armonización normativa y una inevitable concentración de operadores que, de una manera u otra, venimos observando a lo ancho y largo de Europa y de España. Sabemos de la importancia del papel de las empre- sas de almacenaje y de los transportistas, pero ¿qué hay del consumidor? El papel del consumidor es clave. No sólo es el objeto del servicio sino que además condiciona y determina el mismo. Sin su exigencia, sin su seguimiento y sin sus re- clamaciones tanto la tecnología como la normativa que enmarca el trabajo a temperatura controlada hubiera te- nido un desarrollo mucho más lento. Si un consumidor recibe un producto en mal estado, normalmente ¿de quién es la responsabilidad? En este caso, en mi opinión, la responsabilidad es del centro donde compró el producto, ya que dentro de sus funciones y prerrogativas está la de rechazar en muelle el producto en mal estado o cuya cadena a del frío se haya visto alterada. Existen métodos de control eficaces, así como instrumentos para que puedan rechazar ese producto con todas las garantías. Si pasa el control, la res- ponsabilidad es del comercio. ¿Cómo afecta la rotura de la cadena según el alimen- to? ¿Es diferente el problema en la carne o en las fru- tas y hortalizas? Aunque no soy ningún experto en durabilidad alimentaria, la resistencia al deterioro de frutas y hortalizas es mayor a la de los productos cárnicos y pescados. Así, por ejem- plo, a una temperatura de entre 5 y 16 °C, unos limones pueden aguantar hasta 80 días, mientras que unos toma- tes, entre 7 y 10 °C, duran 14 días. Distinto es el caso de la carne: para empezar, la temperatura de conservación ha de ser por debajo de 0 °C, normalmente entre 0 y -1,5 °C. En estas condiciones, las vísceras pueden aguantar 7 días y la carne de vacuno, 35. Por tanto, la rotura de la cadena del frío afecta de ma- nera distinta... Sí, es mucho más importante en el caso de carnes y pes- cados que en el caso de frutas y hortalizas. Y tanto su problemática como las soluciones preventivas o paliativas son también diferentes. ¿Qué otros productos, además de los alimentos, son susceptibles de necesitar la cadena de frío? Pese a que nos rodea por todas partes y condiciona nues- tra vida y la forma de vivir en los tiempos que corren, la logística a temperatura controlada es una gran descono- cida. A título enunciativo, además de los alimentos, ne- cesitan la cadena de frío muchos medicamentos tanto de uso ordinario como de uso hospitalario; productos indus- triales como el caucho puro (a -195 °C es un sólido duro y transparente) o la fibra de carbono, que ha de conser- varse en cámaras frigoríficas a una temperatura constan- te de -19 °C y combustibles como el gas natural, que es transportado en su versión liquida a -161 °C. Y podríamos llenar una enciclopedia con el uso del almacenamiento fri- gorífico y la logística a temperatura controlada. Los logis- tas del frío somos muy importantes, somos clave en la sociedad moderna.I panorama