Trace One propone al sector agroalimentario un código de buenas prác- ticas basado en diez puntos para aportar una mayor seguridad y calidad a los productos. Los beneficios se apreciarán entonces en cada una de las etapas de la cadena alimentaria. 1) Anticipar la volatilidad de los costes de las materias primas La aceleración de los procesos de decisión internos a través de una mejora en la colaboración puede permitir anticipar esta volatilidad de los costes que afecta a la industria agroalimentaria (IAA). La consecuencia directa de esta volatilidad es una búsqueda permanente de optimización (sourcing ampliado, modificación de la composición de las materias prima complejas). Los servi- cios de calidad y de I+D deben estar preparados para integrar esta problemá- tica legítima de los servicios de compras en su modo propio de funcionamiento. 2) Optimizar la eficacia operativa de los equipos agilizando la información Reactividad, eficacia, productividad, competitividad son los puntos cardenales de la actividad industrial agroalimentaria. Pero es imposible conseguir todo esto y optimizarlo con soluciones heterogéneas y en muchas ocasiones ma- nuales. Una solución informática de colaboración no va a sustituir a los pro- cedimientos internos casi siempre bien establecidos, pero puede ser un complemento perfecto, un enlace para aportar fluidez a los intercambios. 3) Establecer estándares de fabricación para una mejor gestión de la producción ¿Cómo? Gracias a una única información compartida entre todos los partici- pantes, partiendo de los proveedores hasta los compradores pasando por el responsable de calidad y de I+D. Es difícil establecer normas estándar utili- zando informaciones no fiables y no siempre actualizadas. 4) Controlar la cadena de suministro en su origen para aportar mayor seguridad al consumidor Solo llegando al origen de la cadena de suministro se puede conseguir una seguridad alimentaria completa. Cuanto más se llega al origen, más se puede demostrar una total transparencia al consumidor. Una actualización en tiempo real de esta información permite en todo momento cumplir con las normas de seguridad. Se trate de un cambio del origen de la materia prima o de la sustitución de una materia compleja por otra diferente que se aplica en todos los niveles de la cadena de aprovisionamiento (con el riesgo de aparición de nuevos alérgenos en la composición de los productos), la información debe