ACEITE industria alimentaria 68 Entrevista a Juan de Dios Alché, investigador responsable del proyecto ¿Actualmente en qué porcentaje podría- mos cuantificar el fraude en el aceite de oliva en nuestro país? ¿Principalmente se produce en la venta a granel? Realmente, en nuestro grupo de investigación no tenemos datos fidedignos sobre el nivel de fraude existente, puesto que nuestros estudios son fundamentalmente analíticos, y no han llegado a explorar todavía un nivel significativo del mercado, que es inmenso. Sí somos cons- cientes de que diversos grupos de investigación y diversos organismos públicos y privados detectan con una cierta frecuencia fraudes de diversos tipos, y que recientemente se han puesto de manifiesto fraudes bastante notorios. La cuestión es difícil de responder, especialmente porque las herramientas que existen para de- tectarlo son muy limitadas en la actualidad. Aparte de los datos correspondientes a química analítica, los aceites son muchas veces referen- ciados por evaluaciones de características or- ganolépticas, con un marcado carácter subjetivo. Además, la tipología de los fraudes potenciales es inmensa, e incluye desde la mezcla con aceites de categoría y calidad inferior, a la falsedad en el origen geográfico o varietal del aceite, llegando en algunos casos al uso de aceites provenientes de especies diferentes al olivo como la palma, aguacate, girasol o avellana. ¿Realizando una extrapolación podemos considerar que sería un tipo de fraude alimentario como el de las trazas de ADN de carne de caballo comercializada como carne de vacuno? Podría ser de alguna forma comparable: en la mayoría de los casos corresponden a fraudes sin consecuencias para la salud de los consumi- dores, y frecuentemente no suponen ni siquiera una merma considerable de la calidad, pero sí que constituyen un fraude económico y una des- información para los consumidores. ¿En qué consiste la técnica desarrollada por ustedes y en qué viene a ayudar a combatir que se produzca ese tipo de fraude? La técnica consiste en una optimización del proceso de extracción de ADN partir de muestras de aceite, y la posterior aplicación del métodos de amplificación mediante PCR de una selección de marcadores microsatélites (SSR: single se- quence repeats) muy discriminantes y específicos. Las secuencias amplificadas son analizadas en un secuenciador capilar y los resultados obtenidos son contrastados con una amplia base de datos de variedades de olivo ya disponible en el grupo, como resultado de diversos proyectos de inves- tigación para el análisis del germoplasma del olivo y otras especies de interés oleícola. ¿Qué nivel de especialización tiene esta técnica? ¿Se podrá utilizar solo a nivel de laboratorio? La técnica requiere equipamiento especializado, especialmente termocicladores y secuenciadores capilares, así como otros equipamientos auxiliares como centrífugas, espectrofotómetros etc., que normalmente no están disponibles en instalaciones de producción o de control de calidad de las in- dustrias almazareras. ¿Con el análisis se puede descubrir con qué tipo de aceite ha sido mezclado? Como resultado de este proceso somos capaces de determinar en un número elevado de casos y con una relativa certeza, la especie de origen del aceite, y en el caso del aceite de oliva el origen varietal de éste. Por tanto aportamos pruebas de la posible presencia o no de aceites generalmente no declarados, y puesto que el origen varietal está en muchos casos relacionado con la distribución geográfica, aportamos igual- mente pruebas de la procedencia geográfica más probable del aceite. Obviamente todos estos datos se pueden com- plementar perfectamente con el resto de análisis químicos y organolépticos pertinentes para ob- tener conclusiones finales más relevantes. En el caso de aceites monovarietales, de alta acep- tación y prestigio en nuestros días, consideramos que el método constituye el procedimiento de certificación más indicado. ¿La idea es poder patentar este análisis y comercializarlo o solo se llevarán a cabo en la Estación Experimental de Zaidín? Los protocolos han de ser optimizados para su adaptación a un número elevado de muestras, y para su realización en tiempos de respuesta mínimos, con objeto de poder satisfacer de- mandas comerciales. Este proceso, aún en curso, podría ser establecido como servicio en nuestro instituto. I