P 2020 PROYECTOS La elección de la configuración de fachadas ha sido un factor determinante en cumplir con los criterios de ahorro energético, que se han centrado en la mi- nimización del gasto y en el control solar gracias a un meticuloso y efectivo diseño de las envolventes. La doble piel de las fachadas tamiza la incidencia solar y permite el máximo aprovechamiento de la luz natu- ral en todas sus fachadas y orientaciones. Esta luz na- tural llega a todos los espacios del edificio, incluidos los baños y facilita que los usuarios sigan los ritmos circadianos naturales. Además, se concibió una fachada que redujera la presencia de vidrio, tan habitual en edificios de este tipo. De ahí que la piel exterior se configure con estas baguettes cerámicas, dejando el protagonismo visual del vidrio solo en la fachada Este, la que da al parque, para facilitar su visión desde el interior. “El edificio reconoce las diferentes orientaciones solares y a través de su tecnológica doble piel, con elementos cerámicos, bien circulares o baguettes, se conforma una máscara, una piel con diferentes densi- dades en función de la orientación de la fachada y de las necesidades energéticas del edificio. La densidad es diferente en las fachadas Sur y Oeste, donde es necesario tener más protección ante la incidencia del sol. En cambio en la fachada Sudeste, la densidad es menor. En las puntas del edificio, donde se encuen- tran las escaleras de incendios exteriores, la fachada se densifica más para mantener una imagen unitaria del conjunto de la envolvente”, indica Albert Gil. La fachada sudeste se conecta con el parque a través de la vegetación que cuelga de ella. Foto: AFL. La doble piel de las fachadas, con el apoyo de sistemas interiores de protección solar, tamiza la incidencia solar y permite el máximo aprovechamiento de la luz natural en todas sus fachadas y orientaciones. Foto: AFL. Con el objetivo de mejorar la eficiencia energética del edificio, su propia estructura resistente también ha tenido gran importancia. Las plantas, de 110 metros de longitud se despliegan sin la presencia de pilares exentos, con una crujía de 17 metros de luz de fachada a fachada. “Opta- mos por una solución de pilares insertados en la facha- da, lo que nos permitía tener plantas totalmente libres de obstáculos estructurales y plenamente diáfanas. La masa de los pilares en la fachada contribuye también a incrementar su inercia térmica, porque los pilares de hor- migón también almacenan calor en su masa. De cada tres metros lineales de fachada, uno es totalmente de hormi- gón, con lo que la eficiencia térmica es más elevada. El vidrio sólo lo utilizamos en las zonas de visión, aunque los pilares de hormigón en fachada también van reves- tidos de vidrio por el exterior. Las ventanas de la zona de visión tienen unas dimensiones de dos metros de ancho por cinco de altura”, explica el arquitecto. PROYECTO