P Proceso del montaje de las placas. mente, al tener todo el grosor del antepecho libre, algunos vecinos con anima- les domésticos veían cómo estos se colaban de una terraza a otra. Al colocar las costillas y quedar alineadas con las mamparas de separación, este paso se impide”, explica Héctor Ortín. La elección de GRC y vidrio como materiales predominantes resolvía la mayor parte de las incidencias que pudiera generar la fachada: “La idea era exprimir al máximo las posibilidades de los materiales y encontrar un sistema que con dos piezas y sus variantes nos permi era solucionar toda la fachada. Teníamos el ele- mento del aplacado frontal, muy similar al de un aplacado de canto, y el elemento cos lla, anclado a la obra mediante las piezas de GRC. El mismo elemento de cos- lla apoyado en el antepecho macizo se conver a en una cos lla entera cuando nos encontrábamos con los tramos donde no había antepecho de obra. Asimis- mo, también exis a una pieza intermedia que remataba el nal de los antepechos macizos y hacía de transición entre el vidrio de 40 cm de altura que está sobre el macizo y el vidrio de altura total, de 1,10 m, que tenemos en los balcones”, explica Héctor Or n. Uno de los problemas del proyecto era que la geometría de la arquitectura ori- ginal no se podía modi car. Las oberturas entre balcones eran las que eran y las gárgolas estaban ya situadas. Había que remodular pues toda la fachada, dividien- do las piezas por la mitad y buscando una modularidad racional que permi eran ir encajándolas. “Tenemos dos pos de piezas, una maciza y la otra con medio escupidor. De cada una hay diferentes versiones en función de su ubicación. Se intentó racionalizar al máximo porque necesitábamos varias medidas diferentes, pero intentamos ajustarlo todo para, de cara a su fabrica- ción, tener el mínimo de módulos posibles. Básicamente, jugamos con los condicionantes de la nca y de la arqui- tectura del edi cio y con las caracterís cas del material”, indica Héctor Or n. Asimismo, Carlos Gimenéz explica que una de las di culta- des que entrañaba el proyecto era “la variedad y compli- cación de los diferentes modelos de piezas y la perfección en las medidas que implicaba su fabricación. Otro reto fue realizar los moldes para las cos llas, con sus diferentes - pologías, con la par cularidad que en estas piezas es donde se encajan los vidrios y que son de hormigón visto, lo cual obligaba al hormigonado en ver cal. Para ello se fabricaron moldes en poliéster reforzado con bra de vidrio más es- tructura metálica y partes de elastómero de poliuretano”. Un proceso largo La renovación de los antepechos de los balcones del edi- cio afectaba a tres ncas y un total de 72 vecinos, con lo que se tuvo que hacer un trabajo de ges ón con los veci- nos para explicarles cuál sería el alcance de la operación y su apariencia nal. “Durante un año –explica Josep Or n- hicimos un estudio profundo de cómo era el edi cio, con un levantamiento exhaus vo de las geometrías de todos PÁGINA | 37 PROYECTO