AE7 - Aeronáutica

44 I+D Un nuevo motor eléctrico para reducir las emisiones de los aviones comerciales El transporte aéreo es una de las fuentes de emisión de gases de efecto invernadero que mayor crecimiento ha experimentado durante los últimos años. Según datos del Parlamento Europeo, entre 1990 y 2017 sus emisiones han aumentado un 128,7% y ya representan un 3,42% del total, debido, sobre todo, al fuerte ascenso del comercio internacional. Para mitigar este impacto, un con- sorcio de empresas liderado por el centro de investigación Ceit, miembro de Basque Research & Technology Alliance (BRTA), desarrolla un ambi- cioso proyecto europeo denominado Hivomot (HIgh power and VOltage operation of electric MOTors in aero- nautics) que trabaja en el diseño de un prototipo experimental de motor eléctrico para propulsión aeronáutica. El objetivo del proyecto, según explica el investigador de la división de Transporte y Energía en Ceit Marco Satrústegui, “es desarrollar un motor eléctrico expe- rimental más pequeño y ligero que las actuales turbinas; que funcione con tecnología High Temperature Superconducting (HTS), basada enmate- riales superconductores, y que ofrezca las mismas prestaciones que las turbi- nas de gas que emplean los aviones comerciales de más de 50 pasajeros”. En la actualidad ya existen algunas aero- naves eléctricas, pero se tratandeaparatos depequeño tamañoque emplean la tec- nologíaactual y requierenmenospotencia. Los motores eléctricos utilizados hasta el momento en vehículos de transporte urbano, generación eólica, industria, etc., se basan en un sistema de imanes de neodimio situados en el rotor, una tecno- logía que, según explica el investigador de Ceit, se encuentra ya “muy al límite” de sus capacidades y requiere solucio- nes que ofrezcan mayor rendimiento. MAYOR LIGEREZA Y POTENCIA CON UN MENOR IMPACTO AMBIENTAL Como alternativa a este sistema, el con- sorcio liderado por Ceit empleará la tecnología HTS para aportar unamayor potencia de propulsión conmenor peso y obtener unas prestaciones similares a las de una turbina de gas. En concreto, el objetivo es conseguir unas revolu- ciones de giro de 3.000 rpm y una potencia de 2 Mw, es decir, 20 veces la que necesita un coche eléctrico. Sin embargo, para operar de forma eficaz, esta tecnología necesita unas condiciones de refrigeración muy exi- gentes, de -200 °C, que son las que permiten a los materiales supercon- ductores explotar todo su potencial y evitar pérdidas. Por eso, uno de los retos a los que se enfrenta este grupo de trabajo consiste en conseguir una mayor capacidad de refrigeración e implementarla en el nuevo motor, que tendrá unas dimensiones y un peso sensiblemente inferiores a las de los dis- positivos de propulsión convencionales. Además, este nuevo prototipo deberá afrontar un reto relacionado con el rendimiento del aislamiento eléctrico en altitud. Tal y como explica Marco Satrústegui, “amedida que aumenta la altitud cambian las propiedades del aire y empeoran las condiciones para ase- Los investigadores de la división de Transporte y Energía de Ceit. En el marco del proyecto se diseñará un motor eléctrico experimental más ligero y pequeño que las actuales turbinas, pero con las mismas prestaciones que una aeronave para más de 50 pasajeros

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