El proyecto Discoverer está dividido en cinco grandes ámbitos centrados en la investigación sobre materiales que resistan al oxígeno atómico, en la tecnología para fabricar motores optimizados para trabajar en este tipo de órbitas, en el diseño de superficies aerodinámicas adaptadas a las con- diciones VLEO, en la construcción de una cámara de oxígeno atómico para experimentar en la Tierra y, finalmente, en la búsqueda de oportunidades de negocio y de un nuevo mercado que pueda interesar al sector empresarial aeroespacial. Disrupción en el mercado aeroespacial Los satélites de próxima generación que se cons- truyan según los resultados de este proyecto serán mucho más pequeños, menos masivos y menos cos- tosos de lanzar, y obtendrán imágenes e información con mejor resolución que la actual. Y es que, según explica el profesor Miquel Sureda, “hay diferentes escalas de órbita terrestre. La más habitual para la industria aeroespacial es la geoestacionaria (GEO), que se encuentra a 65.000 km de la Tierra, donde operan muchos satélites. Pero también hay órbitas más bajas, con la LEO (Low Earth Orbity) a unos 2.000 km de distancia, que también cuenta con mucha acti- vidad. El nivel orbital más bajo de todos sería la órbita VLEO, de muy baja distancia, donde actualmente no puede operar nadie”. Por ello, tal y como prevé el profesor Daniel García, “si podemos conseguir reducir muy significativamente la distancia orbital entre los 200 y los 400 km, los cos- tes de las misiones bajarían una décima parte. Esto generaría una disrupción, posibilitaría un crecimiento exponencial de los beneficios y abriría la puerta a nue- vos mercados en el sector aeroespacial”, argumenta el profesor de la UPC. Se prevé que el proyecto Discoverer ayude a que los programas europeos de vigilancia marítima, inteligen- cia y seguridad, agricultura de precisión y seguridad alimentaria, gestión de tierras y control de desastres se abaraten muy significativamente. Además, Europa se posicionaría como líder mundial en el desarrollo y explotación de estas capacidades tecnológicas. Actualmente, según afirma Daniel García, “el negocio de lanzamiento de satélites ronda los 7.000 millones de dólares anuales y el negocio del mercado de datos obtenidos por los satélites, unos 3.500 millones de dólares. Está muy claro que si somos capaces de tra- bajar en condiciones de muy baja órbita en un entorno de oxígeno atómico, este mercado puede crecer mucho y los resultados de su actividad se multiplicarán haciendo avanzar la tecnología y la investigación cien- tífica que incidirá positivamente en nuestro bienestar ”, concluye García. 31 De izq. a dcha.: Daniel Garcia Almiñana, Silvia Rodríguez, Miquel Sureda y Xavier Roca. I+D La vertiente docente del proyecto En la UPC este proyecto tiene también una vertiente docente muy interesante, ya que el profesorado de la ESEIAAT lo ha abierto a la participación de los estudiantes. “De esta manera los motivamos con un proyecto real que tendrá una incidencia real” añade García. Un grupo de 34 estudiantes de los grados en Ingeniería en Vehículos aeroespaciales, en Tecnologías Aeroespaciales y en Tecnologías Industriales, así como de los másteres univer- sitarios en Ingeniería Industrial y en Ingeniería Aeronáutica han aportado su conocimiento al proyecto Discoverer con sus trabajos de fin de grado y de fin de máster, con los que resuelven diferentes aspectos tanto científicos como tec- nológicos y económicos. El proyecto Discoverer está financiado con 5,7 millones de euros por la Unión Europea y participan, además de la Universitat Politècnica de Catalunya·BarcelonaTech (UPC), la Universidad de Manchester, la Universidad de Sttutgart, el University College of London, y las empre- sas Elecnor Deimos Satellite Systems, Deimos Castilla La Mancha S.L, The Tech Toybox Inc, Euroconsult SA y Concéntrese Research Management GMBH. •