A210 - Interempresas Maquinaria Agrícola

ENTREVISTA La directora general pone en valor la amplia variedad de cultivos existentes en España. 37 en caso de ser necesario. Además, mantenemos igualmente una interlocución permanente con los representantes sectoriales para recoger sus impresiones, inquietudes y problemas y poder darles respuesta en la medida de lo posible. Resumiendo, ante las circunstancias acaecidas en los últimos años derivadas tanto de la invasión de Ucrania como de los fenómenos climáticos adversos como la sequía, el Ministerio actúo con rapidez poniendo a disposición de los ganaderos más de 700 millones de euros. En estos momentos, la situación parece que se está estabilizando, con un ligero descenso de los costes de producción que parece está aliviando ligeramente la situación de los márgenes en la actividad. No obstante, teniendo en cuenta que las condiciones climatológicas no son del todo favorables, y la situación de inestabilidad internacional se mantiene, desde el Departamento se sigue de cerca la evolución para poder actuar de nuevo en cuanto sea necesario. El sector porcino debe afrontar numerosos retos en lo que se refiere a la sostenibilidad de sus producciones. Además, la opinión pública tiene al sector en su punto de mira por la influencia de la ganadería en el medioambiente o el bienestar animal. ¿Qué acciones proactivas proponen ante la necesidad de crecimiento del sector en términos de eficiencia y no tanto de dimensión? ¿Cómo avanza la nueva normativa de ordenación aprobada en 2020? El crecimiento productivo tan marcado de este sector en los últimos años, y que ha conllevado una mayor industrialización e intensificación productiva, viene ocasionando un impacto directo en la imagen que tiene la sociedad sobre este tipo de producciones ganaderas, entre otros riesgos. En este sentido, constatar el retroceso productivo de 2022 y lo que va de 2023 no puede considerarse un contratiempo o una debilidad, sino una oportunidad para que el sector focalice su esfuerzo inversor en mejorar las condiciones sanitarias, ambientales y de bienestar animal, en lugar de en incrementar la capacidad productiva, lo que ofrece un mensaje de convergencia con las demandas sociales. Desde la Administración hemos puesto en manos del sector una herramienta para incidir en la convergencia con las demandas sociales, que no es sino la normativa de ordenación. Esta norma permite al sector productor no solo definir unos objetivos en el ámbito productivo, sanitario y medioambiental, sino fijarse unos plazos para alcanzar esos objetivos, así como definir una imagen de progresión hacia las demandas de la sociedad. La consecución de estos objetivos tiene además resultados visibles, cuatro años después de la aprobación de la norma y una vez han vencido todos los períodos transitorios establecidos en la misma. Así, desde el punto de vista sanitario el sector cuenta con unos requisitos de bioseguridad más elevados, que afectan al conjunto de la producción, lo que ofrece por una parte una mayor protección ante riesgos tan sensibles para este sector como la entrada de la PPA en nuestro país, que comprometería el potencial exportador de nuestro sector. Pero además ofrece, a la hora de negociar acuerdos sanitarios con terceros países, un marco normativo de plena garantía, que permite dotar de confianza a dichos terceros países para permitir un comercio más ágil. En el ámbito medioambiental la norma ha tenido un efecto si cabe más significativo, ya que precisamente uno de los aspectos más delicados a los que se enfrentaba este sector es su elevado nivel de emisiones de gases contaminantes (amoniaco, en particular), superando incluso en algunos

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