Padre e hijo se compenetran muy bien en el campo. Fernando Martin Herrero ajusta la báscula durante el pesaje de pacas. PROFESIONALES 106 En definitiva, es una apuesta decidida por la formación para con- vertirla en un factor diferencial en el mercado. “Parte del personal de nuestros concesionarios ha trabajado anteriormente en otras marcas o productos del sector y aprecian de manera muy posi- tiva el esfuerzo y constancia que desde New Holland ponemos en aumentar y mejorar su conocimiento, ya que en muchos casos los conocimientos que tienen vienen de su formación académica o inquietud personal, no porque las marcas se los aporten”. Excesiva burocracia Además de las numerosas tareas en campo, los agricultores y ganaderos emplean mucho tiempo en papeleos vinculados con su negocio. Fernando padre no se muestra en contra de que la legis- lación actual sea exigente con las labores en el campo, “el problema es la burocracia, porque trabajamos un día en el campo y otro en la oficina”. “Muchas subvenciones las gestionan las comunidades autónomas”, aclara su hijo, “por lo que, dependiendo de la zona, las subvenciones pueden ser desde un 10-15% hasta un 85% del valor de compra. Añadido a esto, está la forma de pago, ya que hay CC AA que pagan a los 4-6 meses desde que se aprueba, y otra se demoran 3-4 años”. En el caso de primeras incorporaciones al campo, la situación “es insostenible”, en opinión de este joven agricultor. “Tenemos algún caso aislado que el agricultor ha tenido que vender/abandonar su proyecto porque no ha podido afrontar los pagos de la inversión durante tanto tiempo”. En ocasiones, el problema es que las subvenciones se anuncian con mucho tiempo, pero el plazo para solicitarlas desde la publicación oficial es muy breve. Fernando hijo pone un ejemplo: “publican una subvención para una máquina y si realmente quieres comprar una que se adapte a tus necesidades, el plazo medio desde que empiezas a negociar hasta la matriculación suele ser de 6 meses. Recordemos que el último Plan Renove duró solo dos meses y medio, como con- secuencia de esto nos encontramos que el cliente/concesionario al final compra/vende lo que tiene para entrega inmediata, que en muchos casos no es lo que busca exactamente”. La PAC, en cuestión Fernando padre es partidario de que desaparezca la PAC. “Ahora hay fincas que siembro por la ayuda, que dejaría de sembrar, pero porque tendría otras con mejores producciones. Si ahora llego a una media de 2.500 kg/ha, en ese caso llegaría hasta los 3.000 kg/ ha. Y la finca ‘mala’ que actualmente siembro por la PAC, dejaría de sembrarla”. Tiene claro que su actividad seguiría siendo rentable si no existiera la PAC para nadie, “porque desaparecerían el 60% de los agriculto- res, de los domingueros”, sostiene. “Entonces esas fincas vendrían a mí, yo haría mi zona de trabajo más grande y sería más rentable. Hoy en día tengo fincas que me cuestan dinero”. No obstante, recuerda que las ayudas que actualmente perciben los productores “no son para nosotros”. “Se las tenemos que dar al final a los de las fincas. Antes pagaba 1.000 pesetas por obrada y ahora tengo que dar la subvención y algo más”, concluye. En la misma línea opina su hijo. “La PAC, desde el punto de vista del agricultor, es algo negativo, ya que a diferencia de lo que buscaba, ha bajado el nivel de renta del agricultor. Según el número de derechos que tengas y su valor hacen que haya una competencia desleal”. Fernando hijo detalla cómo algunos agricultores a los que pueden sobrarles derechos, buscan tierras para arrendar a cualquier precio. “Si mis derechos son de más alto valor, puedo pagar más arrenda- miento que otros, independientemente de la producción”. En su opinión, la PAC “impide la transición generacional, es decir, un agricultor que se jubila puede seguir cobrándola, y con que los campos estén sembrados es suficiente, aunque no produzcan”. Y se pregunta: ¿cómo un joven agricultor puede acceder a esas tierras?, ¿pagando como arrendamiento toda la PAC? ¿Más que la PAC? ¿Si hace esto, dónde está la rentabilidad? ¿Dónde está la renta mínima?”.•