Campos de ensayos del Centro de Recursos Fitogenéticos. La investigadora Ana Belén Martín-Diana atendió a las preguntas formuladas por los asistentes. Vuelo de dron —parte superior derecha de la imagen—. CEREAL 78 alimentaria”. Indicó que “una agricultura sostenible y comprome- tida con la producción de materias primas seguras debe utilizar siempre semilla de la mejor calidad, sometida a controles y que ofrezca garantías”. A continuación, Ana Belén Martín-Diana, investigadora del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), dedicó su intervención a las ‘Nuevas harinas para los nuevos retos de la Industria Agroalimentaria’. Afirmó que cereales y pseudoce- reales como la avena, quinoa y chia ofrecen muchas ventajas y abren nuevas posibilidades de mercado. Doctora en Bioquímica y Variedades Vegetales, observa un cambio en la demanda de los consumidores y considera que la industria de transformación reclama nuevas harinas. Todo ello para responder a la exigencia creciente de comer “alimentos de calidad”. CRF: la investigación al servicio de la mejora varietal de semillas Por la tarde, los asistentes a las jornadas tuvieron la oportunidad de visita el Centro de Recursos Fitogenéticos (CRF) que el Mapama tiene en Alcalá de Henares (Madrid), donde se conservan principal- mente variedades tradicionales, aunque también mantienen otras cali cadas como obsoletas, es decir, que en su momento estuvieron inscritas en Registros. “Es imprescindible conservar y conocer toda la variabilidad de las especies cultivadas y especies relacionadas para poder utilizarlas en planes de mejora”. El equipo de técnicos que dirigió el recorrido por las instalaciones interiores y exteriores explicó que cada vez se está concediendo más importancia a la conservación de poblaciones de especies silvestres, que ayudan a localizar genes resistentes a pla- gas y enfermedades. La visita al CRF incluyó una pequeña demostración de vuelo de drones, protagonizada conjuntamente por AgroMapping, empresa consultora capaz de generar mapas de cultivo y realizar análisis e interpretaciones. “Somos agrónomos, no ‘los de los drones’”, dejó claro el representante de la empresa, Fran García. El aparato en sí lo aporta la rma Tileo Agro, que dispone de varios modelos en función de las necesidades de cada explotación. Hay drones que vuelan con una sola cámara y otros que incorporan hasta tres que son capaces de cubrir 1.000 hectáreas en 4 horas.•