La digitalización de la industria agroalimentaria es una de las grandes prioridades de la política de I+D+i en Europa para los próximos años. El compromiso es rotundo porque las previ- siones elevan la población mundial a 9.500 millones de personas en 2050 y porque las sociedades más avanzadas exigen cada vez más un mayor respeto por el entorno y los recursos naturales. Estamos en la era de la información, que abre una doble vertiente: la obtención y la gestión de los datos. Los últimos avances tecnoló- gicos, como el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y el Análisis de Datos (Data Analytics) —incluido el Big Data—convier- ten lo que históricamente hemos conocido como cadena alimentaria en un proceso del que se tiene información en todo momento y en cualquier punto: es lo que se ha bautizado como Agricultura Inteligente (Smart Farming). Bajo este paraguas, abierto ya de par en par en el sector agroalimen- tario, se esconde una auténtica revolución en la que precisamente el control y el tratamiento de los datos juegan un papel clave. El proceso está en marcha desde hace algún tiempo ya y, poco a poco, irá extendiéndose de forma imparable, porque los resultados demuestran los bene cios que aporta en términos de programación del trabajo, trazabilidad, impacto ambiental u optimización de los recursos, entre muchos otros. España ha querido situarse a la cabeza con la creación de un Grupo Focal sobre ‘Digitalización y Big Data en el sector agroalimentario, forestal y el medio rural’, una iniciativa pionera en la Unión Europea e impulsada por el Ministerio de Agricultura dentro del ámbito de la Asociación Europea para la Innovación ‘Productividad y sostenibili- dad agrícolas’ (EIP-AGRI). Un panel formado por más de 30 expertos españoles de distintas disciplinas y sectores mantuvieron tres reuniones que sirvieron como punto de partida para redactar las líneas estratégicas de un proceso considerado decisivo para mantenerse en el liderazgo mun- dial en materia de competitividad, con una actividad sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Uno de los participantes de este Grupo Focal es Gradiant, el centro tecnológico de telecomunicacións de Galicia fundado en 2008, y que tiene como objetivo mejorar la competitividad de las empresas mediante la transferencia de conocimiento, aportando su expe- riencia nacional e internacional en tecnologías para la seguridad y la privacidad; el procesado de señales multimedia; internet de las cosas; la biometría y analítica de datos y los sistemas de comunica- ciones avanzadas. Tras diez años de actividad, Gradiant es uno de los pioneros en la aplicación de un enfoque a escala en la Unión Europea para mejorar el acceso a las tecnologías en el sector de la agricultura. De hecho, el centro participa desde sus inicios en AIOTI (https://aioti.eu/), pre- sidiendo el grupo de trabajo sobre Smart Farming & Food Security. “Espoleados desde Bruselas, no cabe duda de que vivimos una ola de digitalización”, admite el director general de Gradiant. AGRICULTURA 4.0 La gestión permanente de la información generada se ha convertido en un elemento decisivo. 59 Luis Pérez Freire, director general de Gradiant.