OLIVAR En base a esto, las plantaciones tradicionales se caracterizan por: bajas densidades de plantación, grandes volúmenes de copa por árbol, varios troncos por árbol, disposición y características de ramas heterogéneas (erectas, pendulares, esbeltas, rígidas, largas, rami cadas, cortas, acodadas etc.). Estas características hacen que ningún sistema de recolección, por sí solo, consiga tener una e - ciencia de derribo del fruto aceptable, en cosecha temprana (FRF > 0.5 kg), para imponerse al resto de sistemas de recolección en el mercado. Por este motivo, se utiliza una combinación de sistemas de derribo del fruto, como vibradores de troncos autopropulsa- dos (Figura 1) o suspendidos en vehículo (Figura 2) con asistencia de operarios sacudiendo la copa con varas o equipos de sacudida unipersonales. El grado de mecanización en olivar tradicional suele ser primario, debido a la di cultad de incorporar sistemas de recepción del fruto y por consiguiente la gestión del mismo debe realizarse de forma desligada del derribo, salvo en olivares tradi- cionales formados a un pie y con volumen de copa reducido, que pueden ser recogidos con un grado de mecanización secundario, como es el caso de los vibradores con paraguas invertido. En las plantaciones intensivas encontramos cierta homogeneidad del cultivo, en cuanto a número de troncos por árbol, ya que todos presentan un único tronco erguido. Sin embargo, otras caracterís- ticas morfológicas son variables como: altura de cruz, formación y tamaño de la copa, número de ramas primarias, etc. Esta variabili- dad se presta a que ningún sistema de recolección se imponga, ya que cada uno presenta ventajas e inconvenientes frente a los otros, por ello conviven distintos sistemas de recolección en función de las características que ofrecen, ya sea una mejora en la capacidad de trabajo, una reducción de costes de producción o dispongan de un menor número medios accesorios (personal, fardos, equipos unipersonales de derribo de fruto, equipos de gestión de fruto en parcela, etc.), adaptados a las condiciones locales. Los sistemas dis- continuos (Figura 3) pueden ser una alternativa viable en aquellas plantaciones intensivas hasta una cierta densidad de plantación, aunque cuando se supera un cierto umbral, se requieren sistemas de recolección continuos. Las plantaciones superintensivas presentan una normalización en cuanto a continuidad de la copa en la línea de plantación. Con respecto a las dimensiones de los árboles, estos están adaptados a los sacudidores de copa cabalgantes (Figura 4), presentando bajos volúmenes de copa por árbol y menor porosidad, que faci- lita del derribo del fruto por sacudida obteniendo altas e ciencias de derribo. Por contra, en estas plantaciones se debe controlar el volumen de la copa, mediante poda mecánica para asegurar que la máquina puede cabalgar sobre el seto. En variedades más vigorosas con condiciones óptimas de crecimiento (riego, nutri- ción, temperatura, etc.) esto puede llegar a ser un problema, recomendándose el uso de variedades de menor vigor (Arbequina, Arbosana, Koroneiki, chiquitita, etc.). La vida media de estas plan- taciones es limitada, aunque el periodo productivo total depende de numerosas condiciones o. Debido a la gran densidad de troncos por hectárea, los sistemas de recolección discontinuos, basados en vibración, no son competitivos en este tipo de plantaciones. Figura 4: Cosechadora cabalgante en olivar superintensivo. Plantación En fase de diseño de la plantación ha de tenerse en cuenta la oro- grafía del terreno condiciona el manejo debiendo actuar en caso de ser necesario. Entre estos marcamos la densidad de plantación, diferenciando la separación entre líneas trabajo de árboles, de la separación de árboles sobre la misma línea de trabajo. En base a esto encontramos los tres sistemas de plantación que existen en explotación: tradicional (<150 árbol/ha), intensivo (150-600 árbo- les/ha) y superintensivo o de alta densidad (>600 árboles/ha). Este factor es crítico para elegir el sistema de recolección a utilizar, basándonos en métodos continuos o discontinuos. Según los estudios realizados sobre la in uencia de la forma de parcela en sistemas de recolección continuos en olivar de alta densidad con cosechadoras cabalgantes, la longitud de la línea de recolección afecta a la e ciencia de campo de las cosechadoras integrales de olivar. El principal efecto que presenta este factor es la reducción del número de giros que debe hacer una máquina para recoger una parcela. También reduce otros tiempos, como el tiempo de descarga cuando la cosechadora tiene una tolva para almacenar el fruto recogido. En este último caso, cuando se diseña la plantación, la longitud de línea debe estar limitada por la capa- cidad de almacenamiento del fruto de dicha/s tolva/s, siendo un diseño de plantación óptimo aquel que permite recoger una línea de ida y otra de vuelta antes de que la máquina tenga que realizar una descarga. 33 Figura 3: Vibrador de troncos con paraguas invertido trabajando en olivar intensivo de mesa.