Ganadería Así pues, los animales sometidos a procesos de estrés “suficien- temente intensos o prolongados en el tiempo lo manifiestan a través de la calidad de los productos, en este caso la leche que será menos rica en grasa y proteína y en el caso de la carne también se pueden observar efectos en su calidad”. Con todo ello, se ha creado un modelo matemático que calcula el efecto del cambio climático sobre la producción de leche, el medio ambiente y el bienestar de las vacas. “La idea es tener una herramienta que permita anticiparse a los efectos negativos del cambio climático y tomar las decisiones adecuadas para reducir los problemas derivados”, asegura Estellés. “El modelo tiene en cuenta cómo afectan las condiciones climáticas a la productividad, bienestar e impactos ambientales (por ejem- plo, emisiones de gases de efecto invernadero) de la granja. Así, sabiendo cuáles son las predicciones climáticas para una zona determinada, podemos saber cómo cambiarán los resul- tados de una granja. Esto nos permitirá evaluar qué medidas de adaptación al estrés por calor son asumibles o sensatas”. Los efectos del cambio climático sobre la ganadería se relacionan, fundamentalmente con los piensos y pastos que consumen los animales. “La agricultura es muy sensible a los cambios del clima (sequías, inundaciones, olas de calor, etc.) y esto se puede tra- ducir en grandes oscilaciones en la producción y, por tanto, en la disponibilidad y el precio de los alimentos”, apunta Espellés. Además del modelo matemático y las estrategias de Optibarn para mejorar los establos, los investigadores también señalan otras alternativas existentes como “mejorar la calidad de las dietas, seleccionar animales más resistentes e incluso cues- tiones de manejo, como evitar que coincidan las etapas de mayor producción de leche de los animales con los meses de verano”. Los principales beneficiarios de los resultados serán los gana- deros, los primeros interesados en mejorar el bienestar de los animales ya que su producción depende de ello directamente. “Muchos ya toman medidas en un país como le nuestro para luchar contra el calor. En cualquier caso, medidas como aumen- tar la cantidad de sombra disponible para las vacas, instalar duchas y ventiladores o manejar adecuadamente los momentos de parto e inseminación resultan muy prometedoras”.• 114