africanos aún está a niveles de subsistencia, sin embargo –se señala en el informe– en las empresas agrícolas en donde, también gra- cias al apoyo financiero internacional, se ha introducido el uso de maquinaria agrícola, se ha demostrado un aumento del rendimiento por hectárea. Pero en África la disponibilidad de recursos financieros no es el único obstá- culo para la mecanización. Dos tercios de los entrevistados, de hecho, señalaron como un aspecto crítico la escasa profesionalidad del personal encargado del mantenimiento y las dificultades para obtener repuestos, a raíz de la falta de una verdadera red de distribución. En resumen, la cuestión del desarrollo agrícola de África aún está abierta y, según demuestra el informe, debe afrontarse respondiendo a las necesidades reales de los pequeños agri- cultores, es decir, sin replicar los modelos occidentales de agricultura extensiva. La agenda europea de la maquinaria agrícola, a debate Un 'New Deal' para el sector agro-mecánico, con políticas y estrategias de amplio espec- tro, pensadas para reforzar la competitividad de los fabricantes europeos, y para promo- ver el empleo de tecnologías innovadoras por parte de los agricultores europeos. Esta fue la petición lanzada por la asociación de los fabricantes europeos de máquinas agrícolas CEMA en el congreso titulado ‘Máquinas para la agricultura: una nueva agenda europea’ que se llevó a cabo durante la jornada inaugural de EIMA International. Los fabricantes euro- peos –según explicó el presidente del CEMA, Richard Markwell– gozan de una posición de liderazgo en el mundo, tanto en lo que res- pecta a los volúmenes de producción como a la innovación. Sin embargo, con una tasa de renovación de un 1,7% anual, el parque máquinas del continente revela una situación de ‘retraso tecnológico’. El ‘gap’ se debe en primer lugar a la disminución de las rentas agrícolas y al infradimensionamiento de las empresas que operan en el sector primario, y esto se combina con las dificultades de las industrias fabricantes de máquinas, obligadas a lidiar con normas y disposiciones comuni- tarias que determinan un notable aumento de los costes de producción. De hecho, se trata de reglas establecidas ori- ginalmente por el sector automotriz y extendidas luego al agro-mecánico, casi por analogía, como si a ambos sectores correspondieran las mismas lógicas y las mismas tendencias. Subestimar la especificidad de la mecánica agrícola, a mayor razón en un escenario caracterizado por una fuerte competi- Richard Markwell, presidente del CEMA, durante su intervención en EIMA. ción –explicó Markwell– significa debilitar la posición de los fabricantes y de los mismos productores agrícolas. Por esto es necesario mirar a políticas de amplio espectro, a largo plazo, elaboradas sobre las necesidades del sector agro-mecánico y las exigencias de las empresas agrícolas que las utilizan. En este escenario, la ‘PAC 2020’ puede, con adecuados meca- nismos de financiación, representar una importante palanca para favorecer el empleo de los medios agrícolas de última generación.• 43