Mundo empresarial nuestros equipos a la última tecnología y nuestras máquinas funcionan con sensores, microchips y autómatas programables. Es en ese paso de la paca pequeña a la grande, acompañado por la evolución de la mecánica a la electrónica, donde encontramos el primer gran punto de inflexión en la historia de Arcusin”. En los últimos años la empresa ha comenzado también a adaptar sus máquinas a otras materias que no son el forraje o la paja, como pueden ser por ejemplo otros subproductos que ahora también se empacan, como los restos de algodón o la caña de azúcar, para que su carga y descarga sea la apropiada. Aunque el segmento de los Remolques Autocargadores y Agrupadores de pacas es mucho más reducido que el de otros en el mundo de la maquinaria agrícola, si preguntamos a Josep Ramon Pons la posición que ocupa Arcusin tras cuatro décadas de historia, su respuesta es clara: “Somos líderes a nivel mundial. El Remolque es la última máquina del ciclo en entrar en funcionamiento, somos los encargados de limpiar el campo una vez ya han acabado todo el resto de procesos. En estos momentos, tan automatizado y productivo, solo existe la opción de hacerlo con nuestra máquina. Otra opción para los que todavía no han apostado por nuestras maquinas, son las telescópicas o el tractor y sus complementos. Dentro de esos millones de hectáreas cultivables, nosotros nos quedamos con una parte muy pequeña, y en ese espacio Arcusin coexiste con otras marcas que trabajan mecánicamente y otras con equipos algo más evolucionados. Ha sido gracias a esa competencia, quizás no tan grande como en otros segmentos, que seguimos obligándonos a innovar día a día. Durante estos 40 años los fun- dadores y todos los responsables que les hemos sucedido han y hemos tenido siempre las ideas muy claras en este sentido: no había evolución sin innovación. Ha sido precisamente ese afán innovador el que ha llevado a Arcusin a contar con una cuota de mercado que actualmente supera el 50% a nivel mundial. 18