ENTREVISTA Tendrán alguna desventaja... Sí, tienen importantes limitaciones que es necesario tener en cuenta. Por un lado, estos vehículos tienen una capacidad para cargar cámaras reducido, lo cual requiere que los sensores estén miniaturizados y su peso sea bajo. Esto en algunos casos significa reducir su calidad respecto a sensores de mayores prestaciones que están termoestabilizados y con mayor calidad espectral o geo- métrica. Otro aspecto importante es el legal. ¿A qué se refiere? Actualmente, podemos realizar vuelos desde el punto de vista técnico que ya no nos lo permite la legalidad vigen- te. En resumen, no podemos enviar fácilmente un avión fuera de la línea de visión, ni puede exceder una altura de vuelo determinada en función del peso de la aeronave. No sin grandes dificultades en lo que a permisos se re- fiere. Esto complica mucho la adquisición de imágenes en parcelas agrícolas de mayores dimensiones, y obliga a trabajar en zonas pequeñas. ¿Y qué nos puede decir de los vehículos tripulados? Efectivamente, existen sensores embarcables en avione- tas tripuladas que nos permiten volar zonas de mayores superficies para aplicaciones reales en agricultura de pre- cisión, agricultura de conservación, mejora genética o protección de cultivos. Dichos sensores, o bien otros de menor precio y prestaciones son una alternativa excelen- te cuando los vehículos no tripulados no nos permiten ob- tener imágenes sobre grandes zonas de estudio. ¿Qué otras técnicas de teledetección existen? Existen los sensores activos, por ejemplo el lidar, que nos permite generar modelos digitales de superficie, y cuan- tificar la altura de la vegetación. Dichos sensores existen tanto para su uso a nivel del suelo, como embarcables en plataformas tripuladas y no tripuladas. También hay sen- sores de microondas, aunque su utilización práctica es menor que el resto de sensores antes descritos. En la re- gión reflectiva, los nuevos sensores de alta resolución es- pectral, con anchos de banda inferiores al nanómetro