40 AGRICULTURA DE CONSERVACIÓN En la segunda estación se mostró a las agricultores la forma de conservar el suelo y el agua gracias a las buenas prácticas agrícolas. referimos a los tiempos de trabajo, con más de 7 horas por hectárea en laboreo convencional, por las escasas 3 horas en sistema de siembra directa. Por otro lado, Andrés Sylvestre, ingeniero de GAP Con- sultores, fue el encargado de comparar la situación de Es- paña con la de Sudamérica, especialmente Argentina, donde a pesar de las dificultades con las que cuenta el agricultor, tanto a nivel de fluctuación de precios como de impuestos, más del 90% de la superficie trabajada lo es bajo el sistema de SD y el restante bajo agricultura de boreo convencional, otra en SD y una última también en SD implementando una banda de seguridad (según RD 1311/2012 de Uso Sostenible Productos Fitosanitarios) en el que se dejan sin tratar los 5 m de separación con un cauce de río, arroyo o curso de agua perenne o esta- cional, para evitar la contaminación. Explicado por Julio Román, del Departamento de Ingeniería Rural de la UCO, lo que se planteaba es que sea el agricultor quien controle esa banda de seguridad. “Debe establecer una banda que tenga una cobertura vegetal suficiente, tanto de herbáce- os como introduciendo cultivo leñoso, favoreciendo la conservación. Para Sylvestre, “resulta evidente que los agricultores que mayores dificultades atraviesan son más proclives a cambiar sus paradigmas y a buscar soluciones creativas que les permitan la supervivencia dentro del sector”. Estación 2: Buenas prácticas agrícolas para la conservación del suelo y el agua Era quizás la estación más espectacular de todas, con una grada que acogía a los presentes y un pulverizador M700i de John Deere para la demostración. El catedrático en Edafología por la ETSI Agrónomos de la UPM, Rafael Es- pejo, explicó un caso concreto de la aplicación de buenas prácticas agrícolas de conservación del suelo en una finca en el páramo de Brihuega, la localidad que acogía el even- to. Los resultados presentados demuestran como en los suelos profundos y pedregosos, y por tanto con baja ca- pacidad para retener agua, un incremento en la pedrego- sidad en el horizonte superficial, derivada de la forma de manejo del suelo con laboreo, se traduce en una dismi- nución en esta de por sí baja capacidad. La causa es que en las parcelas cultivadas cada año, los aperos remueven fragmentos de roca desde las capas inferiores a las su- perficiales; en el otoño, con el terreno desnudo, las lluvias eliminan de la superficies una parte de la tierra fina. En cambio, en las parcelas con SD no se produce este efec- to; además los restos de la cosecha protegen la superfi- cie del suelo del impacto directo de las gotas de lluvia. El otro elemento importante es la conservación de agua en el suelo. Para ello se pusieron tres parcelas, una en la- evaporación para, en el caso de que haya excesiva filtra- ción, no se colapse la zona, y de esa forma evitar que cualquier tipo de producto fitosanitario o nitrato acabe contaminando el agua”, comentaba. Estación 3: Experiencias de agricultores en siembra directa La tercera estación fue donde los agricultores quizás más afinaron sus oídos, porque quienes hablaban eran otros agricultores que transmitían su experiencia en SD. “Hemos intentado explicarle al agricultor cómo empeza- mos a trabajar con siembra directa, las máquinas con las La agricultora portuguesa Maria Gabriela Cruz expuso soluciones concretas aplicadas en campo a raíz de problemas aparecidos con siembra directa. panorama