134 RIEGO Para garantizar la sostenibilidad medioambiental de los recursos es necesario evaluar el uso de los mismos. En el riego de la lechuga se emplean principalmente los re- cursos agua y energía. La cuantificación del agua y la energía empleadas para el riego de un cultivo en general y de la lechuga en particular permitirá sentar las bases para la cuantificación de los impactos medioambientales de su explotación y avanzar en el conocimiento sobre la sostenibilidad de los recursos empleados en su producción. En las instalaciones de riego y en particular a escala de parcela agrícola, es necesaria una gestión eficiente del uso del agua y la energía. Se trata de controlar los consumos excesivos de estos recursos y conseguir un ahorro en los costes de explotación. Una herramienta que permite con- trolar y diagnosticar el consumo hídrico y energético es el uso de indicadores de gestión. Así se controla el uso del agua y energía en el bombeo y la red hidráulica. La utilización de indicadores como herramienta en la ges- tión del riego se emplea desde hace poco tiempo. En 2001, el grupo consultivo del IPTRID (International Pro- gramme for Technology and Research in Irrigation and Drainage), elaboró un documento en el que se establecí- an las directrices para desarrollar un método para mejorar la gestión y eficacia en los sistemas de riego, consistente en la comparación con un patrón de referencia, o ‘bench- marking’ (Malano y Burton, 2.001). Investigaciones ante- riores se centraron en la evaluación del uso del agua de riego mediante indicadores con técnicas de benchmar- king en el sector agrícola (Rodríguez Díaz et al., 2008). Paralelamente, los modelos de producción, distribución y consumo de alimentos se han sometido a importantes tecnología