118 ENTREVISTA tábrica, con malas carreteras, como ocurre en Asturias, Cantabria o Galicia. A las industrias lácteas francesas que controlan más de la mitad del sector lácteo español, ¿no les merecerá más la pena producir ellos la leche y enviar- nos el producto? ¿Y en el caso de las cooperativas? Bueno, ellas tendrán que recoger sí o sí la leche de sus so- cios, pero es que incluso ellas les venden leche a multina- cionales francesas, con lo cual todo es una incógnita enorme. De todas maneras, esta situación también preo- cupa a otros países. Ahora mismo, por ejemplo, Polonia tiene un potencial enorme para producir leche. Empresas como Nestlé podrían cerrar en Francia e irse a Polonia en busca de leche más barata. Todo está en al aire... Sí, y conociendo cómo es el capitalismo está claro lo que puede pasar. En Europa hay determinados organismos muy preocupados, algunos incluso con verdadero pánico de lo que pueda pasar, mientras los ultraliberales están muy contentos porque piensan que el libre mercado lo arregla todo. El libre mercado también tiene sus contras... En el sector lácteo, tan cautivo del clima y de la naturaleza, pensar que el libre mercado puede funcionar es difícil, por- que es una distorsión para un sector que lo que necesita es gestión y control, porque depende de muchas variables. ¿Qué ocurrirá con estos ganaderos que se han endeu- dado para comprar las cuotas? Los ganaderos casi siempre gritan socorro. El ganadero suele tener tierras, y los que las tienen o tenían en la costa mientras ocurrió era el boom inmobiliario siempre podían vender terrenos. Otras explotaciones, imagino que estarán en manos de los bancos. ¿Cuál sería la forma ideal para gestionar esta situación a la que se enfrentará el sector a partir de abril de 2015? Nosotros entendemos que en Europa debe haber una ges- tión de la producción, un control al estilo francés, que pro- cure tener muchos ganaderos distribuidos por toda la región. Leche se puede producir en todas partes, más cara o más barata, pero en cualquier lugar, y debemos tener en cuenta que en el traslado se estropea su calidad. Tenga- mos también en cuenta que el ganadero de leche fija po- blación en el medio rural. No es un terrateniente del Paseo de Salamanca que visita de vez en cuando la finca donde tiene sus vacas. El ganadero de leche tiene que ordeñar mañana y tarde, por tanto, debe vivir en su finca. Esto ge- nera riqueza, otro factor fundamental. ¿Podrán las ayudas de la PAC permitir la subsistencia? Es que depende, si el mercado fuera más o menos esta- ble, sí, pero la realidad es que puedes variar los precios. Por ejemplo, el pasado invierno la leche se pagaba en torno a 70 pesetas mientras que ahora mismo se paga a 60. La ayuda va a ser más o menos la misma, pero la inflación y otras variables no están descontadas. En general, los ga- naderos tenían un negocio del que podían vivir, pero ahora mismo la situación es muy complicada: si suben los costos de producción, si aumenta, por ejemplo, la soja, el maíz o la alfalfa, vuelves a estar atrapado. Tendrán que ser muy previsores... El problema que tiene el ganadero español es que se ha dejado llevar por lo que ha marcado la industria y el Estado: un modelo de producción que no está ligado a la tierra. Por eso, depende del precio que le quiera pagar la industria. Por otro lado, depende de los precios que paga por los piensos, que suponen el 50% de los costes, el gasóleo, la energía, los fertilizantes... El ganadero está totalmente en manos de quien le paga y le cobra. Sin embargo, si produ- ce en base a tierra, que es otro modelo de ganadero, el modelo adoptado por Francia, tendrá un año mejor y algu- no peor, pero será mucho más libre de las especulaciones. Además, si tiene tierra, puede variar tu producto. ¿Qué quiere decir? El ganadero francés tiene dos o tres producciones, algo que en España no ha habido forma de que se entendiera. Así, si va mal la carne, pues tal vez vaya mejor la leche, o siembran cebada o maíz porque ahora se vende bien el ce- real, o tienen mil ocas y hacen foie gras... El ganadero y agricultor español es de monocultivo. Cuando llega una cri- sis en un sector, éste se cae entero, arrastrando a todos los ganaderos consigo.I panorama Foto: Zsuzsanna Kilian.