AGRICULTURA DE CONSERVACIÓN España constituye uno de los países en el que las malas prácticas agrarias pueden afectar de manera más negativa a sus ecosistemas, debido a los gra- ves problemas de erosión existentes en su geografía, la escasez del agua y la gran variabilidad interanual de las precipitaciones en la mayor parte de las regiones, y su si- tuación en una de las áreas más vulnerables al cambio cli- mático. Por dar una cifra de la dimensión del problema, más del 50% del suelo agrario tiene un riesgo de erosión de medio a alto, cifra que en algunas regiones alcanza el 70%. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en su informe ‘Perfil Ambiental de España 2012’, documenta que la pérdida media anual de suelo en el conjunto del país se sitúa en 14,7 t / hectárea. Para hacernos una idea de lo que ello supone, basta con decir que se necesitan cerca de 2.000 años para formar 10 cm de suelo fértil, lo que supone una generación al año de este recurso no mayor de 1 t / hectárea, lo que indica que para recuperar el suelo perdido en un solo año, se nece- sitan casi 15 años. Dados los beneficios que los sistemas de Agricultura de Conservación suponen sobre los recursos suelo, agua y aires, estas técnicas constituyen una solución a todos los problemas derivados de la agricultura convencional, cons- tituyendo una respuesta a las nuevas exigencias legisla- tivas aparecidas en el ámbito comunitario y nacional. Además, estas técnicas son una alternativa realista y vá- lida desde el punto de vista económico, como lo demues- tran los estudios que hablan de una reducción de costes y del consumo energético. Prueba de todo ello es el au- mento registrado de superficie de cultivo bajo estas téc- nicas en los últimos años en España. Definición de agricultura de conservación y de sus prácticas asociadas en cultivos herbáceos y cultivos leñosos En la bibliografía existen multitud de definiciones para ex- plicar lo que significa la agricultura de conservación y los sistemas de manejo que, bajo el amparo de la filosofía de estas técnicas, se realizan en cultivos herbáceos y en cul- tivos leñosos. Entendemos que para abordar la situación de este tipo de técnicas en España, es necesario realizar de manera previa una labor de ‘desbroce’ en lo que res- pecta a la terminología empleada y a las descripciones dadas por diversos organismos y entidades al respecto de las mismas, y elaborar en base a ello, unas definicio- nes que se adapten a la realidad agraria española.