OLIVO una pérdida de productividad en la plantación con produc- ciones entorno a los 10.000 kg/ha de promedio, con la ventaja de un mayor control del crecimiento vegetativo (7,8% menos de volumen de copa) y por tanto menos in- tensidad en podas de formación cuantificadas en un 16% menos. Esta estrategia de riego deficitario controlado se aplicó con un porcentaje diferente según las fases de cul- tivo aprovechando el máximo los períodos mas y menos sensibles a la falta de agua y fue del 75-40-65% para las fases I, II Y III respectivamente considerando los valores porcentuales a las necesidades del olivar. Sin embargo, no se consiguió aumentar el rendimiento graso al final del cultivo, para lo cual hay que aplicar tratamientos más se- veros que implica una pérdida en producción de aceituna. Métodos de la poda en plantaciones de olivares en seto En olivar se pueden diferenciar 3 tipos de poda según el desarrollo de la plantación: podas de formación, de pro- ducción y de renovación. La poda de formación se suele realizar en los 3 primeros años tras la implantación y consiste en mantener el árbol en un eje central con los respectivos atados cada 20 cm al tutor. La única intervención de poda que debe realizarse es la de dejar 1/3 libre de la parte inferior del árbol libre de ramas. Al partir del tercer año comienzan a realizarse poda de producción. Esta consiste en una poda de rebaje o ‘top- ping’ para mantener el árbol en altura, una poda lateral para evitar una anchura excesiva del seto y por último una poda de las faldas o ‘Skirting’ para eliminar ramas bajeras que impidan los tratamientos herbicidas y que además es una zona que la máquina de recolección no recoge. Tubos de sonda para medir la humedad del suelo en plantación de riego en seto.